| 03 de Junio de 2024 Director Benjamín López

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Unai Simón, en la celebración por las calles de Bilbao
Unai Simón, en la celebración por las calles de Bilbao

Al Athletic se le va de las manos la fiesta copera: lo mismo hunden la Gabarra

Los jugadores del equipo rojiblanco celebraron por las calles de Bilbao, mezclándose con los aficionados, el título de la Copa del Rey en una jornada festiva de puro fútbol

| Sandra Sánchez Deportes

El Athletic es un club especial por muchas cosas. Entre otras, por la simbiosis permanente que vive con su afición. Si antes de la final de Copa del pasado sábado el club rojiblanco solicitó a sus aficionados que no participasen de unos hipotéticos silbidos al himno de España y mostraran su respeto, cosa que pasó mayoritariamente, la entidad del Botxo sabe devolverle a su afición lo que espera de ella: el título, claro, pero también una monumental e improvisada fiesta por las calles de la capital vizcaína donde los jugadores se mezclaron sin problemas con la afición. Cercanía, sentimiento de pertenencia... la envidia de tantos y tantos clubes.

 

Iker Muniain, capitán del Athletic, ejerció como maestro de ceremonias en una fiesta celebrada por las calles de Bilbao y en la que por supuesto tuvo protagonismo la trompeta de Asier Villalibre y la de su 'electrotxaranga'. Una fiesta sorpresa, de andar por casa, un día antes de la celebración en la gabarra por la ría, que es la oficial. Todo comenzó con un improvisado vídeo. Iñaki Williams publicaba un directo de Instagram en que se le veía de celebración por las calles de la capital vizcaína acompañado de Dani García, Sancet, Lekue, Unai Gómez, Vivian, De Marcos, Muniain y Yuri, y las redes comenzaron a arder en su busca. Bilbao se echó a la calle.

 

El campeón copero había cumplido por la mañana con su visita protocolaria a las Juntas Generales, equipados con el uniforme oficial, para fotografiarse con la Copa bajo el Árbol de Gernika. Saludos formales y solemnes que por la noche se rompieron en la simbiosis con su afición. Aunque en un principio parecía ser una fiesta privada, la 'convocatoria' terminó por extenderse en una juerga colectiva en la que no faltaron canciones, jugadores a hombros y discursos emotivos. Las redes se llenaron con vídeos de la celebración. La realidad a veces supera la ficción.

Una bilbainada en toda regla

Más allá de cualquier color, lo de anoche fue algo inimaginable en tiempos del fútbol moderno. Una 'bilbainada' en toda regla en la que jugadores y aficionados celebraron como una única cuadrilla. "Esta tarde hemos decidido calentar motores para la gabarra de modo espontáneo y ha sido increíble vivirlo con todos vosotros. Una gozada la respuesta de la gente, su cariño, su trato, su respeto y hasta su colaboración", quiso agradecer Muniain en sus redes sociales después de la noche vivida.