| 13 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Las alteraciones emocionales en el postparto

| Elena Iracheta Opinión

Una de cada cuatro mujeres puede sufrir alteraciones emocionales durante el proceso de ser madre. Estos cambios suelen ser transitorios, pero afectan a muchas mujeres en las primeras semanas después del parto. Por lo general, impiden que la mujer goce de su maternidad.

Los antecedentes psiquiátricos previos de la mujer aumentan la incidencia de estos trastornos en un 10-24% y si han sido diagnosticadas de depresión durante el embarazo aún sube más la incidencia (35%).

Pero también existen los factores sociodemográficos, edad muy temprana o edad tardía, factores de infertilidad previos al embarazo, historia de abortos múltiples, etc.

Los cambios bioquímicos, sociales y psicológicos hacen que las mujeres tengan esas alteraciones emocionales en el posparto.

Los trastornos emocionales más frecuentes en el puerperio son la depresión posparto leve, también llamada Maternity Blues, síndrome normalmente transitorio que pueden presentarse entre el 20 y el 80% de las madres y suele ocurrir 2-4 días después del parto. Sus síntomas es el insomnio, la ansiedad, irritabilidad o cambios en el apetito, entre otros.

La depresión mayor post parto, es otro de los trastornos frecuentes, que se inicia 2- 3 semanas después del parto. Los síntomas son la depresión melancólica, fuertes sentimientos de culpa, incapacidad de cuidar al bebé, sentimientos ambivalentes de amor-odio hacia el bebé, pereza, pérdida de memoria, angustia intensa, pánico, taquicardia, problemas de sueño o tristeza extrema.

Y el tercer trastorno emocional que precisa una actuación médica inmediata es la psicosis posparto. Este trastorno agudo y grave ocurre muy poco, 1 o 2 casos de cada 1.000 nacimientos. Aparece de forma brusca entre el tercer y noveno día, pero también puede aparecer más adelante, sobre el sexto mes de vida del bebé. Origina alteraciones en la manifestación de la afectividad, agitación grave, alucinaciones, etc.

Crean sentimientos de culpa; emociones o pensamientos negativos acerca del posparto; la mujer no es capaz de expresar lo que le sucede, es un tema tabú para ellas, está mal visto y carga con ello…

La maternidad es una adaptación y como tal es normal sentirse diferente y, en ocasiones, cometer fallos.