| 13 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Traumatismos craneoencefálicos en la nieve

| Dr. Francisco Villarejo Opinión

La nieve siempre ha traído numerosos problemas médicos, muchos de ellos quirúrgicos: traumatismos por caída, fracturas en la muñeca y en la cadera, pero también traumatismos craneoencefálicos, la mayoría leves, es decir, golpes en el cráneo, algunos de ellos con pérdida de conciencia, pero la mayoría sin pérdida del conocimiento, pero con hematomas exteriores en la región occipital o frontal. Ahora bien, si nos remitimos a los deportes de nieve como el esquí o el skiboard, los accidentes son mucho más graves ya que influye la velocidad a la que va la persona que hace uno de estos dos deportes.

El caso más célebre es el de Michael Schumacher que corriendo a más de 300 km de velocidad en su Ferrari no sufrió un accidente tan grave como el que sufrió en 2014 esquiando. Podríamos decir que hay traumatismos craneoencefálicos cerrados, donde no hay heridas en el cuero cabelludo y abiertas donde hay heridas en la piel del cráneo y fracturas de algún hueso craneal. También podemos distinguir las que presentan pérdida de conciencia y las que no. Pero lo más importante es que ocurre en el cerebro. Una fractura de cráneo la mayoría van acompañadas de una lesión en el cerebro que puede ser grave o no. Importante destacar que las fracturas de cráneo no requieren escayolas, ni férulas, ni inmovilización, cicatrizan solas en menos de 6 meses. El problema es lo que ocurre en el cerebro al principio del golpe o más tarde. Al principio puede haber un hematoma agudo intracraneal que requiere tratamiento quirúrgico para evacuarlo, o puede existir un edema cerebral (hinchazón del cerebro) que requiere una descompresión quirúrgica. Pero puede ocurrir que el paciente se recupere de un traumatismo por la nieve o por un accidente de tráfico y al cabo de 1 semana o dos desarrolla un hematoma subdural (entre la meninge y el cerebro) y que llamamos hematoma subdural crónico. He tenido la ocasión de operar dos de estos hematomas producidos por golpes esquiando y que desarrollaron este tipo de hematomas, uno era un piloto de aviación de Iberia y el otro un alto ejecutivo. Los dos están muy bien actualmente.

En resumen, los hematomas intracraneales pueden ser: 1) extradurales, entre el hueso del cráneo y la duramadre, generalmente la causa es una fractura de cráneo o la rotura de la arteria meníngea media por el golpe, 2) subdurales, entre la duramadre y el cerebro. Estos a su vez pueden ser agudos o crónicos. Agudos se producen en el momento del golpe y crónicos unas semanas después. 3) Intracerebrales. Se producen dentro del cerebro y generalmente son por hipertensión arterial o la rotura de una malformación cerebral, aneurisma o malformación arteriovenosa.

La cirugía trata la mayoría de ellos a través de trépanos evacuadores o craneotomías.

Se ha descrito recientemente que algunos traumatismos craneoencefálicos de la edad media han desarrollado a los 10-12 años posteriormente la enfermedad de Alzheimer y se confirmó en un estudio publicado en la revista inglesa que realizando resonancias cerebrales en un grupo de personas de la misma edad que no habían tenido traumatismos craneales no tenían placas de β-amiloide en el cerebro que es un hecho que ocurre en los pacientes con Alzheimer, ahora bien, un grupo de pacientes con traumatismos craneoencefálicos tenían placas de β-amiloide años después aunque menos que los pacientes que habían desarrollado la enfermedad de Alzheimer. Aunque el hecho que llevó al estudio fue la pérdida de concentración y memoria.