Barberá lo niega todo y contraataca con un dosier del PSOE y Podemos

"Colaboraré con la justicia". Así anunció Rita Barberá que acepta la oferta del juez de Instrucción 18 de Valencia para acudir a declarar voluntariamente en la pieza separada del caso Imelsa en la que están imputadas 48 personas entre concejales y asesores de su grupo municipal, y el PP como persona jurídica.

La exalcaldesa valenciana compareció este martes para defender nuevamente su inocencia y recordar que "la carga de la prueba recae sobre el que acusa y no sobre el que se defiende. "Y con pruebas, no con suposiciones". 

Barberá insistió en que no ha contribuido, ordenado ni conocido "ningún blanqueo" y que tampoco tiene "ni el menor conocimiento de caja B en el grupo ni en el partido". "Ni he dado dinero negro a nadie", añadió.

Es más, la senadora preguntó a los periodistas allí congregados: "¿No les parece que esto de financiar un partido con mil euros es ridículo?". "Jamás se han amañado ningún tipo de contratos en 24 años", remachó.

Como hiciera en su anterior comparecencia, Barberá volvió a mencionar una retahíla de casos de corrupción de otros partidos, especialmente del PSOE, para avisarles: "Menos lecciones de nada y mucho menos de honradez".

Habló la exalcaldesa, dosier en mano, de Mercasevilla, los EREs, Matsa, el caso Marismas, de José Ramón Gómez Besteiro, Caja Castilla-La Mancha, del 3% catalán, de la presidenta PSOE de Extremadura, del informe de la UDEF sobre la financiación de Podemos...

No quiso entrar, por contra, en las conversaciones entre María José Alcón y su hijo que publica El Mundo y en las que ésta explica que le han dado dos billetes de 500 y ella tiene que hacer una transferencia legal al partido "para blanquear". "En conversaciones familiares no voy a entrar", zanjó Barberá. 

Y quiso dejar claro que nadie en el PP le ha pedido que dimita y que este mismo martes por la tarde estará en el Pleno del Senado.