| 19 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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En Barcelona cuesta diez veces más aparcar que en Zamora

Barcelona, San Sebastián y Madrid son las ciudades más caras para aparcar en zonas de estacionamiento regulado, con diferencias de precios abismales que van llegan a los 3 euros por hora.

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El precio por estacionar en las calles de las ciudades españolas sigue criterios muy diversos, como demuestra la disparidad de tarifas según el ayuntamiento en cuestión. Ya son pocas las capitales de provincia que se libran de pagar este ‘peaje’ (Badajoz, Lugo, Melilla, Pontevedra y Santa Cruz de Tenerife), y en el resto (además de municipios como Cartagena, Ceuta, Gijón, Melilla y Vigo),  se establecen razonamientos distintos a la hora de aplicar las tarifas.

Según un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en 52 localidades españolas, la media por aparcar dos horas es de 1,50 euros, quedándose claramente por debajo ciudades como Palencia (1,15 euros), Ávila y Ciudad Real (1,10), Jaén (1,05), Ceuta (0,95) y Zamora (0,60); y muy por encima, Barcelona (6), San Sebastián (5,35) y Madrid (4,70).

Desde los ayuntamientos se busca limitar el aparcamiento en determinadas zonas urbanas imponiendo restricciones y un precio por estacionar a los conductores, y así fomentar el uso del transporte público, limitar la contaminación y también, por qué no decirlo, recaudar dinero para las arcas municipales.

Sin embargo, la OCU se cuestiona su precio, siendo difícil justiciarlo en ciudades como Barcelona, Bilbao, Madrid, San Sebastián o Valencia, donde estas "elevadas" tarifas son muy similares al precio de esas dos horas en un aparcamiento vigilado, donde además no es necesario mover el coche transcurrido ese tiempo.



El informe también señala que los residentes de estas ciudades sufren mayores desigualdades, ya que deben abonar una tasa anual que les permite aparcar en zonas próximas a su domicilio. Por ejemplo, Córdoba sólo permite a los residentes aparcar más barato en su zona, pero no más tiempo que un visitante. O en Oviedo, donde la figura de residente ni siquiera está reconocida.

El método más habitual para gestionar el aparcamiento de los residentes es con una tarjeta anual. Hay algunas excepciones; en ciudades como Valencia, Zaragoza, Teruel o Lérida el método es diferente, ya que la tarjeta de residente debe ser acompañada de un tique que se ha de sacar cada 1, 3 o 5 días, lo que supone un "serio inconveniente" para los vecinos. Por el contrario, Castellón es la única ciudad donde los residentes pueden aparcar sin coste en su barrio.

Concluye el estudio, que lo que está claro es que la regulación del aparcamiento, en ningún caso garantiza disponer de una plaza fija o encontrar un hueco, solicitando desde la OCU que, reconociendo la condición residente sin límite de tiempo, los ayuntamientos estén obligados a velar por una gestión del tráfico ordenada y a luchar contra la polución sin ningún fin recaudatorio.