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Pedro Sánchez con Bill Gates en Davos
Pedro Sánchez con Bill Gates en Davos

El Gobierno, acorralado por la amnistía: inconstitucional además de inmoral

hasta el presidente del club de fans de Pedro Sánchez tendrá que admitir que, como mínimo, existen enormes dudas en muchos juristas. Es pura corrupción política

| ESdiario Editorial

Los letrados de la Comisión de Justicia del Congreso emitieron un informe el día 10 -escondido hasta este miércoles por la presidenta del Congreso- que habla de las enormes dudas constitucionales de la ley de amnistía que se debate estos días. Y eso sin tener en cuenta las enmiendas que van a introducir el PSOE y sus socios, que alejan aún más ley de la Constitución.

Excepto el ministro Félix Bolaños, que ha vuelto a decir eso de que la ley es “impecable desde el punto de vista constitucional”, hasta el presidente del club de fans de Pedro Sánchez tendrá que admitir que, como mínimo, existen enormes dudas en muchos juristas sobre la constitucionalidad de la ley de amnistía.

Es más, no es osado afirmar que la inmensa mayoría de los juristas que se han pronunciado al respecto tienen pocas dudas de que el texto es plenamente inconstitucional. Hasta el presidente del Gobierno y sus ministros la tildaban de esa misma manera en público antes de las elecciones generales. Hay una enorme cantidad de hemeroteca al respecto.

Aún haciendo un enorme esfuerzo y un ejercicio de inmensa generosidad para aceptar que haya dudas reales sobre el encaje constitucional de esa norma, lo cierto es que se despejan cuando las ponemos en paralelo a otro hecho: Pedro Sánchez necesitaba la ley de amnistía para ser investido presidente del Gobierno, para comprar siete votos que le permitieran seguir en el sillón de Moncloa.

En ese punto hay que concluir que no solo es inconstitucional sino que es inmoral, pura corrupción política. Un político que creía que la ley de amnistía era inconstitucional acaba aprobándola cuando, oh casualidad, los diputados que le van a investir lo exigen como condición indispensable para darle su apoyo.

La amnistía como forma de lograr la concordia y superar “el conflicto político” en Cataluña son cuentos chinos, excusas que nadie con una mínima capacidad de atar cabos podría creerse. Pedro Sánchez lo hace en su propio beneficio de manera inconstitucional y, sobre todo, inmoral.