| 30 de Abril de 2024 Director Benjamín López

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Ignacio Sánchez Galán
Ignacio Sánchez Galán

Iberdrola centra en su estrategia en reforzar las redes

La imparable electrificación que vivimos implica poner el foco en las redes, que serán el destino del 60% de los más de 40.000 millones que Sánchez Galán ha anunciado invertirán hasta 2026.

| Rodrigo Martínez Empresa

El presidente del grupo Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha explicado que el nuevo Plan estratégico de la compañía se basa en el crecimiento orgánico poniendo en el centro  el desarrollo de las redes en mercados con alta calificación crediticia y en un selectivo crecimiento de las renovables. Con estas acciones se irán sustituyendo los combustibles fósiles y favoreciendo el crecimiento del almacenamiento de la energía.

“La electrificación es imparable. Esta tendencia aumentará en los próximos años como única alternativa para dar respuesta a los retos actuales de la industria energética: autosuficiencia y seguridad energéticas, eficiencia, accesibilidad y competitividad, y, por supuesto, descarbonización, a la vez que se acelera el desarrollo económico y social en todo el mundo. Para ello harán falta más redes eléctricas para conectar la demanda, más energía limpia que sustituya los combustibles fósiles y más almacenamiento, que dé estabilidad al sistema y a los precios. Iberdrola ya está bien posicionada en estas áreas, y cuenta con experiencia y oportunidades para crecer orgánicamente en nuestros mercados clave”, ha explicado el presidente de Iberdrola.

El plan de inversión de 41.000 millones de euros brutos incluye la compra del 18,4% de su filial estadounidense Avangrid y 5.000 millones de euros de inversiones con socios estratégicos. De esta forma, la compañía destina 36.000 millones de euros netos a la inversión. El 70% de su inversión estará focalizado en el crecimiento.

Por países, la compañía centrará el 85% de las inversiones en regiones con alta calificación crediticia -rating A-. Estados Unidos se sitúa como el principal mercado de expansión para los próximos tres años, donde destina el 35% de sus inversiones. Por detrás se encuentra Reino Unido, con un 24%, seguido de España y Latinoamérica, donde destina un 15% a cada uno y el resto de países de la UE y Australia, con un 11%.

Con esta estrategia la empresa se ha fijado como objetivo que el 70% de su beneficio operativo bruto (EBITDA) no esté vinculado al precio del mercado eléctrico mayorista en 2026.

Crecimiento en redes e inversión selectiva en renovables

La compañía tiene previsto invertir 21.500 millones de euros en redes en Estados Unidos, Reino Unido, Brasil y España, el 60% de la inversión neta. De esta cuantía, más de 6.500 millones se destinarán a las redes de transporte. Esto supone elevar su base de activos hasta los 54.000 millones de euros para 2026. Los activos en redes de transporte superarán los 15.000 millones. Un 85% de las inversiones en redes van dirigidas a mercados con marcos cerrados y el 80% del beneficio bruto de este negocio está protegido de la inflación y de los tipos de interés.

Para la empresa, la electrificación no tiene freno, dado que hay que incrementar la autosuficiencia energética, la descarbonización, la eficiencia y competitividad de las empresas

Al negocio renovable, la compañía tiene previsto destinar 15.500 millones de euros brutos para crecer de forma selectiva en tecnologías flexibles y almacenamiento. De este montante, más de la mitad se dirigirá a eólica marina en Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania; un 28%, en eólica terrestre y un 18%, en solar. Además, el 100% de la inversión se focaliza en proyectos ya en construcción.

El almacenamiento se convierte en una tecnología estratégica para estabilizar los precios en el mercado y evitar la volatilidad en los márgenes. Por ello, pretende destinar 1.500 millones de euros, lo que le permitirá alcanzar los 120 millones de kWh de capacidad de almacenamiento a través del bombeo, lo que supone un incremento del 20%. Además, el grupo contará con una cartera de 150 millones de kWh.

El negocio de clientes centrará 2.500 millones de euros, teniendo entre el 70% y el 80% de la energía vendida de clientes a largo plazo. Además, el 85% de las ventas con márgenes asegurados están cerradas a 2026, cuando se alcanzarán entre los 140.000 y los 150.000 GWh.

Unas previsiones de beneficio neto de hasta 5.800 millones

Las nuevas inversiones previstas para el periodo 2024-2026 permiten a Iberdrola prever un beneficio bruto de explotación (EBITDA) de entre los 16.500-17.000 millones  para el final del periodo, en el que los negocios de redes y renovables aportarán en torno al 50% cada uno. Además, la compañía calcula que el beneficio neto aumente hasta una horquilla entre los 5.600 y los 5.800 millones de euros en 2026. Además, Iberdrola mejora su estimación para 2025, ya que prevé un beneficio neto en la parte alta del rango: 5.300 – 5.400 millones de euros.

La empresa ha fijado la ratio del flujo de caja operativo/deuda neta por encima del 24% para 2026, frente al 23,2% de 2023 y 250 puntos básicos por encima del establecido para 2025 en el último Plan Estratégico.

Retribución a los accionistas de 11.000 millones

De esta forma, Iberdrola cumplirá su compromiso de incrementar la retribución a sus accionistas y distribuir 11.000 millones de euros en dividendos. Así, destinará entre el 65% y el 75% del beneficio a retribuir a sus accionistas, lo que permitirá alcanzar un dividendo de entre 0,61 y 0,66 euros por acción en 2026. Además, el grupo fija un suelo del dividendo de 0,55 euros para este periodo, dentro del programa de Iberdrola Retribución Flexible, que incluye la recompra de títulos.

El presidente también ha reafirmado las perspectivas para 2030: tener unos activos de redes entre los 65.000 y los 70.000 millones de euros, de los cuales 30% serán en transporte y alcanzar los 100.000 GW de cartera renovables para desarrollo futuro. A partir de 2027, la compañía ya contará con 3.000 nuevos MW de eólica marina operativos, alcanzando así los 5.000 MW marinos y prevé poner en marcha 6.000 MW eólicos y solares. También espera pasar de los 120 millones de kWh de capacidad operativa en 2026 a tener una cartera de 150 millones de kWh en 2030.

Transición social y energética

Los factores ambientales y sociales se encuentran plenamente integrados en el Plan estratégico. Las actividades de la compañía crearán 10.000 puestos de trabajo a nivel mundial en los próximos tres años, lo que permitirá aumentar a los 500.000 puestos en toda nuestra cadena de suministro.

Además, la compañía pretende compatibilizar su crecimiento con el objetivo de cero emisiones en sus centrales de generación y consumos propios a 2030 y en todas sus actividades a 2040. También mantiene su compromiso con la igualdad de género: las mujeres ya representan un 34,5% de las posiciones directivas y este porcentaje subirá en el futuro inmediato y seguirá liderando los ranking de gobierno, ética y cumplimiento.