| 18 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

× Portada España Investigación Opinión Medios Chismógrafo Andalucía Castilla y León Castilla-La Mancha C. Valenciana Economía Deportes Motor Sostenibilidad Estilo esTendencia Salud ESdiario TV Viajar Mundo Suscribirse

Los mejores platos para los amantes del queso

A los españoles nos gusta el queso. En realidad, nos encanta, ya que consumimos unos 7 kilos y medio por persona y año

| Begoña Tormo Gastronomía

Manchego, Cabrales, Idiazábal, La Serena, de Burgos… Seguro que todos reconocemos en esta lista algunos de los quesos más populares de España. Lo cierto es que en nuestro país hay una importante tradición quesera y existe una enorme multitud de variedades que, según su materia prima (leche de vaca, oveja, cabra o mezcla), su forma de elaboración, y el tiempo de curación, tienen formas, aromas y sabores completamente distintos. Por supuesto, podemos comerlos “tal cual”, pero en los recetarios de muchos países del mundo existen platos en los que los quesos son el ingrediente principal. Repasamos 13 deliciosas recetas para sacar todo el partido al queso. 

1 FONDUE DE QUESO 

El origen de este plato, en el que el queso es el gran protagonista (y casi, casi, el único) hay que buscarlo en los Alpes suizos, en donde se cree que los pastores, calentaban trozos viejos de queso en una olla para hacerlo más apetitoso, y, de paso, calentarse el estómago. La primera receta que apareció impresa fue recogida por el gastrónomo Brillat-Savarin en su “Fisiología del gusto”, y, además de queso, incluía otros ingredientes como mantequilla y huevos, aunque en la actualidad, se suele elaborar únicamente con una mezcla de quesos y un chorrito de kirsch (licor de cerezas). Los quesos más utilizados para elaborar este plato son el Gruyère, el Comté, y el Emmental, pero no hay motivo para no utilizar otras variedades y adaptar la receta a nuestro gusto. Lo que sí es imprescindible es utilizar una “fondue” (una especie de cacerola con una fuente de calor que mantiene el queso caliente y, por tanto, derretido), y acompañarlo con un buen pan que servirá para “recoger” el queso y llevárnoslo a la boca.  

2 RACLETTE 

Otra receta de origen suizo, a base de queso derretido. Existen, sin embargo, varias diferencias importantes entre la fondue y la raclette. Mientras que en la primera, el queso se mantiene derretido durante toda la comida, en la raclette, el queso se calienta hasta que se funde y puede ponerse sobre las patatas cocidas con las que se debe acompañar, además de embutidos y encurtidos. De hecho, aunque en origen se elaboraba acercando directamente el queso al fuego y raspando (“raclette” quiere decir precisamente “raspado” o “rascado”) la parte que empezaba a derretirse, desde los años 70, y gracias a la invención de la “raclonette” (el electrodoméstico específico para preparar el plato), la raclette se popularizó mucho más. En cuanto al queso para su preparación, no hay duda: el queso Raclette, porque, aunque mucha gente cree que el queso toma su nombre del plato, es justo al contrario. 

3 TABLA DE QUESOS

Una tabla de quesos puede ser tanto un fantástico aperitivo como una magnífica forma de terminar una comida. Aunque, evidentemente, los quesos que incluyamos dependerán de nuestros gustos personales, los expertos recomiendan presentar al menos 6 variedades, que deben ser lo más distintos entre sí que sea posible: de distintas leches, con diferentes grados de maduración, y texturas diversas. Lo ideal es presentarlos a una temperatura que oscile entre los 16 y los 18º, y acompañarlos de panes, frutos secos, fruta fresca o confituras. En cuanto a la cantidad, dependerá de la importancia que tenga el plato en la comida, pero, si se trata de un postre, por ejemplo, bastaría con unos 100 gramos por persona. 

4 QUESO FRITO 

No hay una receta única de queso frito, ya que sobre todo dependerá del tipo de queso que utilicemos. Uno de los más utilizados, especialmente en la Región de Murcia, es el queso fresco de cabra, que se puede freír “tal cual” en abundante aceite de oliva, o se puede empanar (pasándolo por harina, huevo batido y pan rallado). En este caso, el queso se suele acompañar de pimientos fritos, y salsa de tomate, o de confitura también de tomate. 

5 MACARRONES CON QUESO

La pasta es uno de los alimentos que mejor combina con el queso, por eso existen multitud de platos con estos dos ingredientes: desde los spaghetti “caccio e peppe” (literalmente, “queso y pimienta”), que suelen elaborarse con queso pecorino, a los “mac and cheese” (macarrones y queso) americanos, hechos con una salsa a partir de bechamel y cheddar. Por supuesto, el queso se puede añadir a cualquier plato de pasta clásico, a excepción de los hechos con pescado y marisco. En España, la versión más tradicional son los macarrones con chorizo, que después de mezclarse con tomate frito se gratinan con una buena capa de queso rallado. 

6 RISOTTO

El arroz es otro gran ingrediente para mezclar con queso. Su sabor relativamente neutro (como ocurre con la pasta), lo hace un buen compañero de muchas variedades, pero, sin duda, la receta en la que esa combinación brilla especialmente es en el “risotto”, un arroz que se cocina con caldo y que, al final, se “manteca” con una buena cantidad de mantequilla y queso parmesano. 

7 SÁNDWICH DE JAMÓN Y QUESO

¿Hay algo más sencillo, y a la vez mas delicioso que un sándwich de jamón y queso a la plancha? Da igual si nos referimos a él como “mixto”, como “bikini” (nombre habitual en Barcelona, gracias a los que servían en la Sala Bikini de la Diagonal, en los años 50), o en su versión francesa, como “croque-monsieur”. Lo único a tener en cuenta es que todos los ingredientes sean de la mayor calidad posible, que el queso sea de una variedad que funda bien, y que llegue a la mesa calentito, para disfrutarlo en todo su esplendor. La prueba de que la combinación “jamón y queso” es siempre un caballo ganador la tenemos en que existen muchas otras recetas que la incluyen, como el escalope “cordon bleu” (o, más en nuestro terreno, el cachopo), o las “sincronizadas” típicas de la cocina Tex Mex. 

8 ENSALADA CAPRESE

Aunque la mayoría de los platos a base de queso suelen ser bastante calóricos y saciantes, hay también unas cuantas recetas en las que el queso rebaja sus calorías combinando con ingredientes más frescos y ligeros. De hecho, hay unas cuantas ensaladas que se han convertido en grandes clásicos, en las que la presencia del queso es absolutamente imprescindible. Una de las más conocidas es la “Capresse” italiana, a base de mozzarella, tomates y albahaca, pero también son muy populares en todo el mundo otras combinaciones con vegetales, como las endivias con salsa de roquefort, la ensalada griega con queso feta, y la ensalada César, con queso Parmesano. 

9 PIZZA 4 QUESOS 

No podíamos dejar de incluir en esta lista una de las formas más populares de comer queso en el mundo: la pizza… y, más concretamente la “cuatro quesos”. No hay una fórmula “estándar”, aunque algunos defienden que la receta original debe incluir fontina, parmesano, gorgonzola y mozzarella. En cualquier caso, la combinación “pan (o similar) y queso” funciona siempre de maravilla, y, en ese apartado podríamos mencionar otros platos basados en ese tándem como el “pao de queijo”, una especie de panecillos a base de almidón de tapioca típicos de Brasil, el naan con queso indio, o el bocadillo de queso de toda la vida.  

10 DIP DE QUESO 

Otra manera muy popular de comer queso en el mundo es en “dips” para mojar distintos elementos, como verduras crudas o panes. Para elaborar esta especie de salsas frías se suele usar un queso crema que se mezcla con distintos ingredientes: desde conservas de pescado (atún, sardinas, mejillones), hierbas, verduras (alcachofas, tomate).  También hay versiones calientes para los que se utilizan quesos grasos y fundentes. 

11 SOUFFLÉ

El queso, especialmente si se trata de alguna variedad fundente, combina de maravilla con el huevo, como lo demuestra una simple tortilla de queso, pero, si se quiere sofisticar más la receta, nada mejor que un soufflé de queso. Es cierto que el soufflé perfecto requiere de una gran técnica, y no está al alcance de cualquier cocinero amateur, pero, cuando se logra, el resultado es una auténtica delicia. 

13 TARTA DE QUESO 

La tarta de queso se ha convertido, especialmente en los últimos años, en el postre por antonomasia a base de queso. Nos referimos, por supuesto, a la tarta de horno, en la que se combinan distintos tipos de queso, y cuyo resultado es un postre dorado por la superficie, pero muy cremoso por el centro. Menos en boga, pero igualmente deliciosas, son las tartas de queso que no necesitan horno para su elaboración, para las que se utilizan queso crema y gelatina, y que suelen acompañarse de mermelada de fresa o frutos rojos. En esa línea de postres, a base de queso y huevo, están también el flan de queso y la quesada pasiega. 

12 TIRAMISÚ

Terminamos con un postre de origen italiano, pero que se ha hecho popular en todo el mundo: el tiramisú. Para su confección es imprescindible utilizar mascarpone, un queso cremoso y muy graso, elaborado a base de nata.