| 18 de Mayo de 2024 Director Benjamín López

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Todo fue un bulo, cariño...

La historia ha demostrado, caso a caso, señoras/ñores, que todo fueron colosales falsedades.

| Jaime Navarro * Edición Valencia

Cuando jovencito y pegaba en las paredes de mi habitación aquel póster de un joven y rutilante Felipe, "socialismo es libertad...", poco imaginaba que unos años después, y tras el bulo aquel de que el hermanísimo de Guerra se dedicaba a trapichear contratos públicos con selectos empresarios -en "su" despacho de la Delegación del Gobierno en Sevilla, por supuesto-.

Como decía, ni loco podría imaginarme que a esta tremenda difamación le seguiría, no sólo la célebre y precedente de que ni por estas entraríamos en la OTAN, si no las muy consiguientes del Gal, Roldán, Mariano Rubio,  y su firma chunga e indeleble en los billetes de quinientas y mil pesetas... de aquellos locos 90; el papel del BOEFilesa, Malesa, Time Sport,... Que la historia ha demostrado, caso a caso, señoras/ñores, que todo fueron colosales falsedades de la ultraderecha. Según aclara hoy nuestro inalienable Derecho a la Memoria Democrática. Amén.

Como otra campaña de bulos insufribles que tuvimos que soportar, fue aquella de que los peperos, y aún siendo muchos de ellos de la hoy proscrita galaxia derechista, cobraran sobresueldos en puntuales y aseados sobrecitos mensuales, según mordidas provenientes al parecer de agradecidos/agraciados empresarios.

Y más bulo todavía que Rodrigo Rato y compañía, permitieran intoxicar los sufridos ahorros de toda una vida de los españolitos, mayormente jubilados, con exóticos y ruinosos productos financieros, tipo participaciones preferentes del Landsbanky; que te colocaban entre risas como un rentable y familiar plazo fijo. Oh, aquellas gloriosas acciones de Bankia... y aquel formidable crack de las centenarias cajas de ahorros!

Pero qué va... todo esto también se demostró, y gracias a Dios y con el paso del tiempo, que no
fueron más que "bulos". O jodidas conspiranoias. Espejismos en suma. Vaya usted a saber...!

Por eso hoy, y más que nunca, nuestro flamante presidente, que sí por algo se ha distinguido, es por su sinceridad y por su inquebrantable amor a la verdad; amén de a su santa, como gentil y democráticamente también nos ha participado, tiene pues delante de sí la providencial y hercúlea tarea de meter y de una vez por todas en cintura a este hosco, impertinente, faltón, rebelde y caprichoso pueblo español, que si por algo se diferencia y se ha diferenciado en el concierto de las naciones, es por su desmedido apego y afición al rumor, al cotilleo, y cómo no, al abominable bulo: esa vil insidia, que infelizmente y tantas veces suele acabar en cruel y falaz difamación.

(*) Jaime Navarro es abogado