Barcala quiere cancelar el Plan de Ajuste y pilla en "offside" a la oposición
La medida abre la puerta a una bajada de impuestos, entre ellos el IBI un 5%, y a la creación de empleo y la ampliación de plantillas municipales, bloqueada hasta ahora por Hacienda.
Luis Barcala ha afirmado que “vamos a cancelar el Plan de Ajuste de tal forma que para 2019 el Ayuntamiento de Alicante esté en las mejores condiciones financieras posibles y en segundo lugar para garantizar la ejecución de todos aquellos proyectos que están en tramitación en beneficio de nuestra ciudad”, aseveró el primer edil.
El equipo de gobierno municipal va a destinar un total de 30,5 millones de euros, procedentes del remanente de tesorería, para amortizar de forma anticipada los prestamos vigentes y que están avalados por el Gobierno de España, con lo que se libera al Ayuntamiento de Alicante de las restricciones que esta deuda le imponía y que estaban contemplados como obligaciones en el plan de ajuste.
De estas, cabe destacar la imposibilidad de proceder a una reducción de tributos y a la ampliación de la plantilla de funcionarios municipales. Una vez amortizada la deuda, el alcalde ha adquirido el compromiso de proceder a una reducción de impuestos municipales, entre ellos el IBI un 5 por ciento.
Asimismo, el alcalde ha explicado hoy que “el desbloqueo de las cuentas municipales permitirá la ampliación de plantillas municipales, sobre todo aquellas con mayores carencias y necesidades y dotar de más efectivos a muchos departamentos municipales, entre ellos los de seguridad como son la Policía Local y el cuerpo de Bomberos”.
Una vez amortizada la deuda, el alcalde ha adquirido el compromiso de proceder a una reducción de impuestos municipales, entre ellos el IBI un 5 por ciento.
En este sentido, el primer edil ha señalado que "todas las inversiones no ejecutadas en 2017 están totalmente garantizadas, así como aquellas previstas para el año 2018 y hay un sobrante que tras la cancelación va a permitir abordar los compromisos adquiridos y las nuevas inversiones", y ha hecho hincapié en que “la cancelación permitirá recurrir a financiación externa, si fuera necesario para realizar inversiones, ya que disponemos de un amplio margen dentro de los niveles de endeudamiento que quedaría el Ayuntamiento tras esta medida”.
El edil de Hacienda, Carlos Castillo, ha explicado que la hoja de ruta propuesta es convocar un pleno extraordinario para en la primera quincena de julio abordar la modificación de crédito que permitirá la cancelación de esos 30 millones y medio de deuda, y abordar la reforma fiscal a principios de septiembre con el objetivo de tener las ordenanzas listas para mediados de diciembre.
La amortización del Plan de Ajuste no va a suponer, según el alcalde, una merma de las inversiones del Ayuntamiento en la ciudad, ya que se continuará con la adjudicación de inversiones sostenibles no ejecutadas por la corporación anterior en el ejercicio 2017 y además se dispondrá de un remanente para nuevas inversiones correspondientes al ejercicio de 2018. En todo caso, y según resaltó el alcalde, la cancelación del plan de ajuste permite al Ayuntamiento recurrir, si se estima necesario, a la financiación externa para abordar necesidades ciudadanas no contempladas en los presupuestos en vigor.
La supresión del Plan de Ajuste tendrá como uno de sus impactos más importantes la revitalización de la economía al disponer los ciudadanos de más ingresos por la reducción de tributos
El alcalde de Alicante ha considerado “muy beneficiosa para la ciudad la cancelación del Plan de Ajuste al estimar que la reducción de impuestos actuará de resorte para la activación de la economía”. Asimismo, la ampliación de plantillas municipales permitirá prestar un mejor y más rápido servicio a los ciudadanos en todos los ámbitos de la ciudad.
La supresión del Plan de Ajuste tendrá como uno de sus impactos más importantes “la revitalización de la economía al disponer los ciudadanos de más ingresos por la reducción de tributos”. El efecto será igualmente positivo en la generación de puestos de trabajo en el sector privado, dada la previsible mayor demanda que se generará en la ciudad con la disminución de los tributos y el poder de atracción que esa demanda tendrá para la creación de nuevas empresas.
Barcala ha considerado necesario abordar en este momento la cancelación del Plan de Ajuste para dar un impulso a la economía de la ciudad, mermada por los tres años de gestión del tripartido y por la paralización que durante este tiempo ha padecido el propio Ayuntamiento como la actividad privada, bloqueada en muchos casos por la incompetente gestión primero del tripartito y posteriormente de los socialistas.
El primer edil expresó su confianza en que todos los grupos políticos den su apoyo a esta medida ya que ha sido reivindicada desde el principio por todos ellos e, incluso, ha sido planteada dos veces el instar al gobierno a su cancelación y votada a favor en varios plenos.
Asimismo, el edil de Hacienda va a iniciar una ronda contactos con todos los grupos municipales de la oposición para abordar la reforma fiscal con el máximo nivel de apoyo y consenso a los que ha pedido “actuar con responsabilidad y la máxima celeridad en beneficio de todos para cumplir con los plazos anunciados”.
Cortina de humo
Por otro lado, la medida ha pillado desprevenida a la oposición, que sin embargo, se ha abierto a tratar la posible cancelación del Plan de Ajuste, aunque sin posicionarse aún sobre el signo del voto. Además, PSOE, Compromís y Ciudadanos han coincidido en que el anuncio realizado por Barcala supone una "cortina de humo" ante el pleno de mañana, en el que se abordará la contratación, y posterior cese, de un asesor municipal del PP con vínculos con Nerea Belmonte, la edil tránsfuga que con su voto en blanco en la investidura permitió el regreso del PP a la Alcaldía el pasado mes de abril.