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Las obras del TRAM provovan un calvario a los vecinos de la Albufereta

Las obras siempre provocan molestias, pero es que la Albufereta tiene la negra. Trabajos que empiezan y no acaban nunca, como es el caso del dichoso TRAM de Serra Grossa.

Operarios trabajan en la falda de la montaña.

Operarios trabajan en la falda de la montaña.

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Ya no es que durante meses una zona de ocio lleve utilizando el solar donde trabajan los operarios de FGV como aparcamiento privado con el consiguiente riesgo de accidente, es que a ello se une ahora el insoportable ruido que están provocando las obras del TRAM, (hablamos del desdoblamiento de vía bajo la Serra Grossa). Decibelios que se disparan se cierren o no las ventanas, según vecinos que no soportan más el ruido.

La Albufereta, aunque es una zona residencial durante todo el año, recibe en verano, y sobre todo en agosto, a numerosos turistas que pagan unos alquileres altísimos. Estos visitantes se encuentran ahora con los inconvenientes de una obra que tenía que haber finalizado hace tres años. Pero como ocurre con casi todo lo que se hace en este rincón "abandonado" de la ciudad de Alicante, todo queda a medias.

Toda obra provoca inconvenientes, pero Alicante, que se presupone que es una ciudad turística, debe tener más cuidado en la programación de obras de este tipo. Según fuentes vecinales, “hay mucha prisa para inaugurar el dichoso túnel, ya que las elecciones de 2019 están a la vuelta de la esquina y los políticos tienen que vender algo de gestión”. Matizar, que estos trabajos los acomete el Consell, por lo que el Ayuntamiento no tiene nada que ver en las mismas.

Pero es que al ruido insoportable durante la mañana y la tarde, sobre todo, basta con dar una vuelta por un barrio para comprobarlo. La playa de la Albufereta, pese a todo, tiene Bandera Azul, y seguramente más de un turista se preguntará: ¿qué bajo está el listón? Porque ya no sólo depende de la calidad del agua y la arena, sino de lo que está alrededor. Menos mal que este galardón se concedió antes de que se iniciara el calvario.

Así que los vecinos y turistas que visitan estos días la Albufereta, la gran olvidada de la ciudad, tendrán que cerrar las ventanas a cal y canto, total, sólo estamos a 35 grados y con una humedad insoportable. No todo el mundo puede tener aire acondicionado.

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