El alga asiática pone en peligro el turismo, la pesca y la biodiversidad marina
Esta especie que está catalogada como invasora afecta al litoral andaluz y sigue extendiéndose por el Mediterráneo, Los municipios afectados y los pescadores viven una situación límite.
En plena temporada de verano y con muchas ganas de disfrutar de las playas andaluzas, parece que un año más los turistas y residentes tendrán que convivir con la molesta alga invasora de origen japonés que ocupa cada vez más kilómetros de costa. Rugulopterix okamurae es el nombre científico de esta especie que sigilosamente invade las playas de Andalucía, principalmente las de Cádiz y Málaga, y sigue extendiéndose por el Mediterráneo.
Llegó como polizón en un barco procedente de Asia en 2015, de los muchos que transitan el Estrecho y desembarcó al soltar las aguas de lastre (las que utilizan los buques para mantener su flotabilidad en las tareas de carga). Su presencia se detectó en Ceuta y desde entonces crece y crece y parece haber encontrado en el Estrecho de Gibraltar un lugar perfecto para expandirse. Desde los municipios afectados intentar frenarla, limpiando las playas y retirando toneladas de algas como es el caso de Algeciras, Tarifa o Estepona.
No sólo es una cuestión de ser molesta para los bañistas por su presencia o su mal olor al acumularse en grandes masas, sino que supone un riesgo mayor. Está modificando la biodiversidad del Estrecho de Gibraltar, un lugar de excepcional riqueza ecológica, ya que se reproduce muy rápidamente ocupando los fondos marinos y acabando con los peces y plantas. Pero llega más allá al perjudicar enormemente a los pescadores de la zona que ven como sus redes sólo sacan algas. Es el caso de las cofradías de pescadores de Cádiz, como la de Tarifa, que han denunciado una situación insostenible.
Una colonización sigilosa del “alga asiática” como se conoce, que afecta a la naturaleza, el turismo y la pesca, y aunque fue catalogada el año pasado como “invasora” por el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, poco se ha planificado para acabar con ella.
Desde la Junta de Andalucía se ha liberado una partida de 1,5 millones de euros para paliar este problema, pero se pide ayuda al Gobierno central antes de que no haya solución y los daños sean irreparables. Así lo ha hecho de manera firme el partido de Ciudadanos, que a través de su senador José Luis Muñoz, ha presentado una batería de preguntas al Ministerio para que aclare porqué no se ha reunido el grupo de trabajo creado para tal fin y exigir un plan para poner los recursos necesarios a las comunidades y ayuntamientos afectados.
En busca de un posible uso para el alga que invade el Mediterráneo
Los ayuntamientos del litoral andaluz llevan años recogiendo toneladas de biomasa de algas, para evitar que los turistas abandonen sus paradisiacas playas. Pero, ¿qué se hace con estos residuos? Podría tener una posible salida como fertilizante agrícola. Este es el objeto de estudio del centro del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (Ifapa) ubicado en La Mojonera (Almería) y la empresa Las Chozas, que trabajan en un proyecto experimental centrado en la incorporación de arribazones del alga asiática al proceso industrial de compostaje de residuos hortícolas.
También se están estudiando sus posibles usos culinarios que apuntan a su sabor picante como una característica que puede sacarlo del mar y ponerlo en la mesa como condimento. Esta nueva solución gastronómica fue presentada a principios de este mes en Cádiz, durante el Encuentro de los Mares, una conferencia que vincula ciencia, gastronomía y pesca.
En ella, David Chamorro, el que fuera responsable de I+D en el restaurante Aponiente con Ángel León, ha expuesto la idea de darle un nuevo valor gastronómico a esta alga. Aún no se deja comer, pero ya la ha convertido en una sriracha y un tabasco y hasta una angostura, un destilado alcohólico, una soda y un rebujito.