Marín: "El PSOE de Espadas no aprobará, ni muerto, el presupuesto de PP y Cs"
El vicepresidente de la Junta de Andalucía sigue pensando que la prórroga de las cuentas actuales no es "una mala opción", ante la falta de apoyo del PSOE y de Vox al bipartito.
La elaboración de las cuentas generales para 2022 en Andalucía está en marcha. La consejería de Hacienda ya ha recibido las propuestas del resto de las áreas que componen la Junta y este mes de septiembre comienzan las reuniones con los grupos políticos para negociar el presupuesto.
Pero aunque las fechas coinciden con los plazos marcados en años anteriores, es decir, dentro de la normalidad, todo apunta a que se puede producir un bloqueo al texto que elabora el gobierno de coalición de Partido Popular y Ciudadanos. Los intereses políticos se ponen por delante de los de la comunidad, porque la pugna por la presidencia de la Junta está más cerca.
Según ha señalado hoy el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, en la comparecencia que tiene lugar cada martes tras el Consejo de Gobierno, no se va a producir ese adelanto electoral ansiado por unos y temido por otros. El 27 de noviembre de 2022, se fija en el calendario del gobierno andaluz para celebrar los comicios.
El propio presidente de la Junta, Juanma Moreno (PP), ha reiterado esta decisión en numerosas ocasiones y solo rectificaría ante un bloqueo total a la gestión por parte de la oposición en el Parlamento, ya que no cuentan con mayoría suficiente.
Sin embargo, dentro del bipartito se ponen soluciones sobre la mesa para uno de los asuntos prioritarios como son los presupuestos. El propio vicepresidente, Juan Marín (Cs) sigue pensando que la prórroga de las cuentas actuales no sería una “mala opción”. Con los 44.000 millones de euros del presupuesto de 2021 se podría atender los servicios durante los nueve meses de 2022 y tampoco habría obstáculo para recibir las transferencias de fondos del Gobierno central o Europa.
Unas declaraciones que Marín basa en la desconfianza hacia escenario que se presenta en la oposición. No ve nada clara la postura del secretario del PSOE-A, Juan Espadas, al que considera que está jugando a dar vueltas con las negociaciones y hace una puesta en escena pidiendo por carta una reunión con Moreno, cuando el debate de las cuentas se lleva a cabo en el Parlamento. Para Marín son meras estrategias que “no se creen ni quienes las demandas".
Así ha afirmado que el alcalde de Sevilla está bajo las instrucciones de Pedro Sánchez. “El PSOE de Espadas no va a aprobar, ni muerto, un presupuesto que presente el PP y Cs”, ha manifestado.
La vía posible está en el apoyo de Vox, socio externo de la Junta en el inicio de mandato, pero desde hace meses mantiene una actitud de rechazo a las medidas del gobierno de Moreno. Según Marín, Vox solo piensa en elecciones y no le interesa que el gobierno funcione.
Por ello, para el vicepresidente serviría la prórroga, ya que además el documento nacería marcado por algunos lastres como la infrafinanciación, el desconocimiento sobre las cantidades concretas de los fondos europeos que recibirá la comunidad y la inexistencia de ayudas por los daños generados por la pandemia del Gobierno central.
Su acompañante en la rueda de prensa, Bendodo, más optimista, asegura que desde la consejería de Hacienda se quieren escuchar las propuestas de todos los grupos políticos y están dispuestos a incorporar sus aportaciones, como ya lo han hecho en presupuestos anteriores.
Apuesta por el municipalismo
Una de las medidas más relevantes de las que se han anunciado en el día de hoy martes en el Consejo van dirigidas al apoyo a los ayuntamientos. Se ha aprobado un decreto ley para facilitar el aplazamiento y fraccionamiento del pago de la deuda de las entidades locales con la Junta de Andalucía. Esta medida permitirá que los consistorios andaluces puedan acceder a los fondos de Next Generation de la Unión Europea, que serán una palanca necesaria y fundamental para la reactivación económica.
Estar al día en las deudas con la Administración autonómica es uno de los requisitos que se imponen en el reglamento para otorgar estas ayudas y la situación actual de algunas corporaciones locales les impide afrontar a corto plazo sus obligaciones tributarias. Por ello, la nueva norma fija un periodo de carencia de hasta dos años para comenzar a abonar deudas con la Junta y, además, permite fraccionar el pago durante los siguientes 15 años una vez transcurrido ese periodo de carencia.
Aunque en este decreto, que modifica la Ley 6/2010, de 11 de junio, reguladora de la participación de las entidades locales en los tributos de la comunidad autónoma de Andalucía (Patrica), tiene limitaciones. Los fraccionamientos y cuantías irán determinados según la participación en los tributos a la comunidad.
En definitiva, una medida que supone un respiro para los ayuntamientos más aún después de la crisis económica y sanitaria sufrida y puedan acogerse a recursos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.