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Andalucía se prepara ante un posible maremoto en el mar de Alborán

El Gobierno está elaborando un Plan de Contingencia para hacer frente a un hipotético tsunami. Es la única Comunidad con un plan específico, ante el riesgo para las costas andaluzas.

Mapa del Mar de Alborán del CSIC

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Los múltiples terremotos que se están produciendo en el Mar de Alborán y en la provincia de Granada han puesto en alerta, no sólo a los andaluces que han sentido los temblores en los últimos meses, sino también al Gobierno de la Junta.

Para ello se está elaborando un Plan de Contingencia ante riesgo de que se produzcan maremotos en Andalucía. Un documento que tiene como objeto reflejar la situación actual del planeamiento y establecer unas instrucciones básicas que den respuesta a una eventual emergencia, ante riesgo de maremotos en las costas andaluzas.

Desde la Consejería de la Presidencia, Administración Pública e Interior de la Junta, se ha señalado que ha finalizado el análisis de riesgo de la costa occidental (Cádiz y Huelva) y se trabaja en el análisis de riesgo de la costa oriental (Almería, Granada y Málaga). España cuenta con un plan especial estatal ante este tipo de riesgo, si bien, no existe ninguna comunidad autónoma que lo haya planificado. En este sentido, el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, ha señalado que, aunque “no hay previsión de maremoto, hay que estar preparados”.

Según han señalado se dispone ya de unos trabajos muy avanzados del plan atendiendo a los esquemas de planificación existentes en Andalucía, que incluye la definición de operatividad, el análisis de riesgo y la información previa a la población y sistema de alertas ante maremotos.

Para ello, se han tenido en cuenta medidas como disponer de una organización e instrumentos de participación que permitan disponer de una estructura para coordinar la emergencia. Así como también contempla los recursos externos, es decir aquellos ubicados fuera del ámbito de la comunidad cuando los medios y recursos propios sean insuficientes.

Entre las medidas también destacan el mantenimiento de una base de datos sobre medios y recursos disponibles en caso de maremoto, además de definir el cauce de información sobre alertas a las autoridades y servicios de emergencias y a la población potencialmente afectada. Aquí se tendrá en cuenta especialmente a las personas con discapacidad.

El plan también contempla la organización de programas de información a la ciudadanía, que permita, mediante el conocimiento del fenómeno, establecer sus propios sistemas de autoprotección.

Para la elaboración del mismo, La Junta ha contado con el programa europeo Copernicus EMSN-078, que ha creado una simulación de la peligrosidad y vulnerabilidad de las costas andaluzas, así como la inundación de las playas y municipios. Se trata de un proyecto dirigido conjuntamente por la Agencia Espacial Europea (ESA) y por la Unión Europea a través de la Agencia Europea de Medio Ambiente.

La llegada de un tsunami no es tan improbable

Aunque el riesgo es bajo, ya que los tsunamis son fenómenos que raramente se producen, existe. Así queda reflejado en un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que tras analizar la falla marina de Averroes, en el Mar de Alborán, ha detectado que tiene capacidad para generar olas de más de seis metros.

El trabajo, publicado en la revista Scientific Reports, expone que la geología de esta falla, con un salto vertical de hasta 5,4 metros podría provocar un terremoto de magnitud 7. Hasta ahora los científicos creían que los movimientos sísmicos de las fallas normales e inversas eran las únicas generadoras de tsunamis, pero los hallazgos revelan que las de salto en dirección, que se desplazan lateralmente, como la de Averroes, también los provocan.

Esto se podría traducir en un maremoto que afectaría a las costas andaluzas, principalmente a las de Málaga, Granada y Almería. Aunque no serían olas de las proporciones que afectaron a otros países asiáticos, en el Mar de Alborán el mayor riesgo se produce ante la falta de tiempo de reacción. Son episodios demasiado rápidos para que los sistemas de alerta temprana funcionen con éxito, según el estudio, al producirse en un mar en lugar de en un océano.

Por lo tanto, la capacidad para realizar una evacuación de la población sería menor. Según las predicciones, en un tiempo de entre 21 y 35 minutos las olas podrían alcanzar las costas andaluzas y marroquíes, basándose en un modelo matemático de deformación del suelo marino.

Poco tiempo para reaccionar, por lo que desde el CSIC se recomienda la instalación de paneles informativos en las zonas de riesgo y huir hacia el interior en el caso de que se detecte que el mar se retira hacia adentro.