Adiós a Pérez Siquier, el maestro del color y el neorrealismo en la fotografía
Falleció el lunes a los 90 años en su ciudad natal, Almería, que fue foco de las miradas de su cámara. Obtuvo el Premio Nacional de Fotografía y la Medalla en Bellas Artes.
La cultura andaluza está de luto. Uno de los grandes genios de la fotografía en España y en el mundo, Carlos Pérez Siquier fallecía este lunes a los 90 años en Almería, su tierra natal a la que se unió de por vida a través de su cámara.
Fue uno de los fotógrafos de la vanguardia española, siendo artífice de una renovación de la técnica y del mensaje a través de sus instantáneas. Y lo hizo junto a un grupo de fotógrafos a los que reunió, junto a José María Artero, también fallecido, en la Agrupación Fotográfica Almeriense (Afal).
Fotografía de la colección La Chanca.
En los años 50 y hasta 1963, este espacio fue punto de encuentro para una generación de artistas llegados de distintos lugares de España, principalmente de Madrid y Cataluña, como fueron Oriol Maspons, Xavier Miserachs, Ricard Terré, Gabriel Cualladó, Leopoldo Pomés, Paco Gómez y Ramón Masats. Sólo este último es aún testigo vivo de las reuniones en las que intercambiaban conocimiento sobre nuevas técnicas y sobre todo compartían una necesidad común: mostrar la realidad de forma distinta.
Pérez Siquier logró aportar esa humanidad que le faltaba a la fotografía de aquellos tiempos a través de la revista de Afal. Se volcó en mostrar lo cotidiano y la humildad de su tierra. En blanco y negro retrató la Andalucía más pobre, la del barrio almeriense de la Chanca, donde las sonrisas de los chiquillos chocan con la dureza de los rostros y miradas de los adultos. Luces y sombras y mucho contraste, tal y como era la vida de sus vecinos que posaban de forma espontánea delante de su cámara.
Fotografía de la colección La Chanca, Almería.
El uso del color en la fotografía, que era para él su gran afición, puesto que durante treinta años de su vida fue empleado de banca, supuso todo un revulsivo en esta disciplina artística. Al dejar la revista pasó a ser fotógrafo independiente del Ministerio de Turismo y aquí cargó su objetivo de todo su sentido del humor para narrar el cambio de las costas que conocía muy bien y en las que el turismo extranjero irrumpía poniendo cuerpos de mujeres expuestos al sol. Aquí deja las paredes encaladas para llenar sus fotografías del azul del mar y de los rayos de sol quemando la piel.
Fotografía de la colección La playa.
Creando hasta el último momento
La inquietud de Carlos Pérez-Siquier le ha llevado a realizar numerosas colecciones fotográficas que han recorrido las salas expositivas de todo el mundo y es autor de varios libros, por lo que su trayectoria ha sido distinguida con importantes reconocimientos como el Premio Nacional de Fotografía, la Medalla al Mérito en las Bellas Artes y la Medalla de Oro de la Provincia de Almería.
Su tierra natal y toda España se despide hoy de uno de uno de los artistas más importantes de nuestro tiempo, sin el cual la historia no se hubiera visto con la misma perspectiva. Pero deja un gran legado para que esa forma más humana y llena de humor siga formando parte de todo aquel que la contempla.
El fotógrafo durante la inauguración de la ampliación del centro que lleva su nombre en Almería.
El último de los actos en los que participó fue hace poco más de una semana durante la inauguración de la ampliación del Centro Pérez Siquier en la Ciudad de la Cultura de Olula del Río. Este espacio se convierte ahora en el centinela de su memoria, en fuente de inspiración para muchos fotógrafos y en el mejor lugar para rendirle homenaje.