Cinco agotadores días de viaje para 'tocar' tierras andaluzas
Dos autobuses con refugiados ucranianos logran escapar de la guerra y llegar a varias capitales andaluzas. La Junta ha habilitado más d 1.200 plazas para favorecer la acogida.
Llegada de una menor ucraniana a Sevilla que se abraza con su madre.
Entre abrazos, lágrimas y gestos de victoria se fueron bajando anoche del autobús uno a uno los últimos refugiados ucranianos que han llegado a Andalucía. Un grupo de unas 30 personas han conseguido escapar de su país tras el ataque de Rusia y alcanzar un lugar seguro tras un duro viaje de cinco días.
Ayer martes, casi a las doce de la noche conseguían poner pie en Sevilla y en Huelva con aspecto de agotados pero contentos de salir del escenario del conflicto. El autobús trasladó a 58 personas, de las cuales unas 30 terminaron su viaje en Madrid sobre las 15.00 horas, para concluir el resto del trayecto en la capital onubense tras un retraso.
Una familia procedente de Ucrania baja del autobús en la capital andaluza.
La mayoría de ellos serán acogidos por familiares y amigos, ya que en Andalucía existe una numerosas comunidad ucraniana. Prueba de ello ha sido la organización y financiación de este autobús que ha supuesto un coste de 8.500 euros que ha sido sufragado con donaciones realizadas a la iglesia ortodoxa de Huelva, que dirige el párroco ucraniano Dmytro Savchuk, coordinador de este viaje. Ahora trabajan para lograr el envío de medicinas a la zona de conflicto y se encuentran organizando más viajes de este tipo en el futuro para traer a más refugiados a Andalucía.
También ayer martes consiguieron unirse a sus seres queridos 47 ucranianos que salieron de la ciudad polaca de Cracovia el sábado y culminaron su odisea en Málaga. La mayoría de ellos mujeres y niños que ahora pueden descansar, con menos frío y sin agresiones, en la Costa del Sol gracias a la iniciativa de un empresario malagueño, Vicente Jiménez Ifergan. Este coleccionista de arte fenicio tiene unos fuertes vínculos con el país, ya que tiene un hijo ucraniano, y no dudó en buscar la forma de fletar con su propio dinero un autobús para ponerlos a salvo.
Solidaridad desbordante
Pero algunos de los ucranianos que han llegado a la comunidad encontrarán la hospitalidad de familias andaluzas que se han ofrecido para ayudar ante esta crisis humanitaria. Y es que la solidaridad ha sido desbordante en estos últimos días de forma particular y también desde las instituciones, convirtiendo Andalucía en un espacio de acogida para los ucranianos.
Así, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha anunciado que ya se han puesto a disposición del Gobierno central 1.209 plazas para acoger a refugiados procedentes de Ucrania en las ocho provincias andaluzas. Moreno pedirá en la Conferencia de Presidentes que se celebrará el día 13 en La Palma que el Ejecutivo nacional ponga en marcha un plan de estado para coordinar a todas las comunidades en la acogida de refugiados y que habilite un fondo extraordinario de solidaridad con Ucrania para cubrir sus necesidades básicas en manutención, educación y atención sanitaria.
El presidente ha dado cuenta de las 1.209 plazas que se han puesto a disposición del Gobierno central para la acogida de refugiados en Andalucía: 261 corresponden a instalaciones del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera (Ifapa); 220 a albergues de Inturjoven; 160 a otros albergues, 126 al Hospital Universitario Doctor Sagaz (Jaén) y 120 a otras instalaciones de la Junta de Andalucía. En total, 887, a las que hay que sumar 300 plazas en una residencia de Málaga cedidas por un particular y 22 ofrecidas por la Diputación de Málaga.
El presidente ha valorado que haya muchos ciudadanos andaluces que quieren ayudar en estos momentos y para ello en la página web de la Junta de Andalucía se han recogido unas recomendaciones para quien quiera aportar su ayuda y se les aconseja canalizar cualquier tipo de ayuda a través de las ONG que trabajan sobre el terreno, como Cáritas, Cruz Roja, Médicos del Mundo o Unicef.