El ficus centenario de San Jacinto: ¿sobrevivirá tras la fuerte tala sufrida?
Los trabajos para acabar con el gran árbol del barrio de Triana podrían detenerse de forma definitiva y los expertos abordan su estado tras la poda de todas sus ramas y dejarlo en el tronco.
El árbol centenario de la iglesia de San Jacinto del barrio de Triana, en Sevilla, consiguió salvarse de su tala la semana pasada, gracias al recurso admitido por un juzgado para suspender los trabajos que ya lo dejaron muy mermado, tan sólo en el tronco. Ahora que el ejemplar de ficus se ha librado de las motosierras queda saber si podrá continuar vivo y prolongar su existencia desde que fue plantado en 1913.
De un lado, habrá que saber como se resuelve el litigio, puesto que de una parte está la Asociación Multisectorial de la Jardinería Andaluza (AMJA), que presentó la petición para parar la tala que fue aceptada y ahora ha formalizado la ampliación del recurso para suspender la licencia otorgada por el Ayuntamiento de Sevilla a la parroquia, que es titular del árbol. A esta asociación se suman numerosos vecinos y colectivos ecologistas, que quieren mantener el ficus, frente a la Iglesia y otra treintena de asociaciones que ven un riesgo en el mismo, por los graves daños personales que han provocado el desprendimiento de sus ramas y los materiales ocasionados por la expansión de sus raíces.
Pero en el caso de que la suspensión de la tala sea definitiva, queda por conocer si el árbol es capaz de superar los daños ocasionados por la fuerte poda, en la que se eliminaron todas sus ramas. Al respecto, AMJA ha adjuntado a su petición judicial, un escrito firmado por cuatro expertos en arboricultura en el que estos aseguran que, el análisis del árbol tras la tala de las ramas y tan solo quedar el tronco, "no nos deja dudas de su capacidad de reacción". Es decir, volvería a cubrirse de verde con los cuidados adecuados.
A pesar de la importante reducción a que ha sido sometido, éste, por su carácter y capacidad, muy probablemente se vestirá de hoja y podrá seguir prestando sus servicios en el espacio en el que fue plantado hace más de cien años.
Así se recoge en la documentación aportada al juez en la que los expertos sostienen que "a nivel basal no se observan afecciones que pudieran comprometer al ejemplar en un corto espacio de tiempo", aunque reconocen que no se pudo realizar un diagnóstico previo a la tala.
De no producirse "ninguna afección sospechosa", las tareas de mantenimiento y protección como riegos "generosos en hondura y con frecuencias marcadas por la evolución meteorológica", entre otras medidas que ya han empezado a aplicar técnicos del servicio municipal de Parques y Jardines, "ayudarán mucho en la misión de hacer que este hito vivo siga viendo pasar generaciones". En esta línea, los expertos de la asociación profesional AMJA insisten en que se debe contar con un equipo multidisciplinar que, "una vez estudiado el asunto, proponga las medidas correctoras que eviten posibles afecciones" y todo ello con la "esperanza en el buen trato al ejemplar y su segura recuperación para el barrio, la avifauna y la salud".