El dueño de Quick Air y su familia son los fallecidos del avión estrellado
La familia Griesemann, propietaria de la compañía y que residía en Cádiz, iba a bordo del avión privado que partió de Jerez con destino a Alemania, que se ha estrellado en el mar Báltico.
La prensa alemana está dando a conocer más detalles del trágico accidente de avión, en el que todo apunta que han fallecido los cuatro ocupantes al estrellarse en el mar Báltico. El jet privado despegó el pasado domingo del aeropuerto de Jerez de la Frontera destino a Alemania, pero no llegó a completar su trayecto.
En la aeronave viajaba el alemán Peter Griesemann, propietario de la empresa Quick Air, junto a su familia, según adelanta el diario alemán 'Express'. En esta información se desvela que además del empresario de 78 años, abordo estaba su mujer Juliane, de 68 años; su hija Lisa, de 26; y un amigo de la joven, de 27.
La familia Griesemann es propietaria de un chalet en la costa gaditana, concretamente junto a Zahara de los Atúnes, en la prestigiosa urbanización de Atlanterra y eran frecuentes los viajes desde el aeropuerto de Jerez a Colonia (Alemania), donde se ubica la sede de la empresa dedicada a aerotaxis y aviones medicalizados.
Sin embargo, en esta ocasión el vuelo se ha frustrado y el avión privado se estrelló en aguas del mar Báltico cerca de Ventspils, Letonia, donde están buscando los cuerpos de los pasajeros que no han aparecido.
Los problemas empezaron en la primera hora de vuelo
Según la web de seguimiento de vuelos flightradar, el aparato partió de Jerez a las 15.55 horas del domingo, atravesó España, Francia, Alemania y se adentró en el mar Báltico. El avión, un Cessna, comunicó mientras sobrevolaba Toledo, una hora después de despegar, con el Control Norte alertando que tenía problemas al parecer de presión en cabina, aunque la comunicación fue confusa y el contacto se perdió tras superar las costas de Polonia, el enclave ruso de Kaliningrado y las costas de Lituania hasta entrar en la zona marítima más cercana a Letonia.
Aviones de combate españoles y franceses despegaron para comprobar la situación en el jet privado siguiendo el protocolo que marcha la OTAN cuando un avión tiene problemas, pero los pilotos no pudieron distinguir a nadie en la cabina, siempre según 'Bild'. Ya en Alemania un avión de combate Eurofighter despegó de la base aérea de Rostock para hacer el seguimiento del avión Cessna, pero tampoco pudo obtener información. Más tarde, un avión de combate F-16 danés asumió la escolta del aparato y los pilotos pudieron ver cómo el avión viraba y se estrellaba frente a Letonia alrededor de las 19.45 horas.
La Guardia Costera sueca ha enviado aviones de rescate, embarcaciones y un helicóptero al lugar del accidente para localizar a la familia. Se busca en un radio de seis kilómetros sobre el punto en el que colisionó con el mar, aunque aún no se han encontrado a los ocupantes.