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El PSOE andaluz colapsa y extiende el pánico por Ferraz ante las municipales

Sánchez trata de recuperar al desencantado votante andaluz de cara a las citas electorales de 2023. Se la juega en el sur con una Espadas que no convence y salvar el escándalo del indulto.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, en un mitin del PSOE en Sevilla.

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Septiembre es el mes de la vuelta al trabajo, al colegio y a la rutina, también en el que muchas personas se plantean nuevos retos laborales o personales como llevar una vida saludable, pero en el caso del PSOE su meta es resistir a las elecciones municipales que se celebran en mayo de 2023.

Un objetivo que desde Ferraz se toman muy en serio y con máxima preocupación si miran hacia su gran feudo en España: Andalucía. El partido de Pedro Sánchez sabe que en la región es donde tienen el mayor caladero de votos y quieren recuperar la hegemonía que les ha arrebatado el popular Juanma Moreno, tras arrasar en los comicios autonómicos de junio con una aplastante mayoría absoluta.

El escenario político en el sur se les platea complicado por diversos factores. El primero de ellos han sido los resultados en las urnas que les ha dejado derrotados en todas las provincias andaluzas, incluyendo el último bastión socialista de Sevilla. El candidato y secretario general del PSOE-A, Juan Espadas, ha fracasado y no convence a los andaluces que han decidido cambiar el signo político en la Junta tras casi 40 años de gobiernos socialistas.

Espadas era la gran apuesta personal de Sánchez para doblegar a Moreno. Optó por un perfil similar al del popular, es decir, una persona afable en el trato y sereno, además de fiel a las directrices del partido. Porque el senador y exalcalde de Sevilla defiende a pies juntillas las medidas de su 'jefe' aunque dañen a la comunidad a la representa.

El PSOE afronta una crisis inaudita

Pero hay más asuntos que enturbian un posible rearme del PSOE. El más grave el del caso de corrupción de los ERE y el probable indulto al principal condenado: el expresidente José Antonio Griñán, al que el Consejo de Ministro puede librar de la pena a seis años de prisión. Una decisión que aún no está tomada pero que podría ser todo un escándalo y una prueba más de la falta de respeto a las decisiones judiciales, en este caso a la sentencia firme del Tribunal Supremo.

A todo ello se suma la crisis económica que azota el país y que mes a mes supone una peor situación para las familias, sin que el Ejecutivo de Sánchez y sus socios le ponga freno. Pero la maquinaria propagandística del PSOE en mayúscula y ya se pueden comprobar las estrategias a seguir por el presidente del Gobierno para mantenerse en el sillón. Ésta pasa por recuperar a los votantes andaluces en las municipales y después en las generales de noviembre de 2023 y en ello se afana como se ha podido ver en su última visita este pasado sábado a Sevilla.

Quiso estar en la calle en esta precampaña que ha iniciado, demostrar cercanía bajo el lema "El Gobierno de la gente", pero a cambio recibió una 'pitada' de los ciudadanos de a pie, cansados de las subidas de la factura de la luz, de la compra, del combustible y ahora de las hipotecas. Una visita nada agradable a la capital andaluza aunque Sánchez mantenga la sonrisa, que seguro se repetirá en los próximos meses, porque mantener las alcaldías en las principales capitales como Granada, Sevilla, Huelva o Jaén y las diputaciones es una misión vital para que el PSOE entre en la UCI, sin olvidar la repercusión económica para las arcas de la federación andaluza que supondría perder estas instituciones.

En los meses que quedan para la próxima cita electoral se espera una carrera desesperada recorriendo pueblo a pueblo del PSOE-A, que tendrá que recortar distancias con el PP-A que se presenta como el principal rival, puesto que Ciudadanos ha desaparecido del mapa político y la izquierda de Podemos, IU y sus diversas coaliciones pierden representación en todas las instituciones.