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La Junta liquida dos fundaciones del siglo pasado que no tenían actividad

El Gobierno andaluz sigue adelgazando la administración y extingue dos organismos públicos: Agregación de Fundaciones de Sevilla y Banco Agrícola, este último sin funcionar desde 1951.

Reunión del Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía.

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Uno de los retos del Gobierno andaluz durante la anterior legislatura fue la de hacer adelgazar a la macro estructura de la administración de la Junta y, para ello, se fusionaron organismos públicos y se eliminaron otros que no tenían actividad o sus funciones estaban duplicadas.

Un trabajo que continúa en este nuevo mandato con Juanma Moreno como presidente y una de las primeras medidas del Consejo de Gobierno ha sido extinguir dos más, cuyo desfase queda patente en que tienen su origen en el pasado siglo.

Se trata de la Fundación Pública Andaluza Agregación de Fundaciones de Sevilla y de la del Banco Agrícola de don José Torrico y López Calero que, hasta el momento de su supresión, se encontraban adscritas a la Delegación Territorial en Sevilla de la Consejería de Inclusión Social, Juventud, Familias e Igualdad.

Estas fundaciones carecían de actividad y no respondían a su fin fundacional, por lo que, con su extinción, se evita la duplicidad de estructuras organizativas e instrumentales destinadas a la misma finalidad y posibilita que los recursos de las fundaciones se dediquen a otras actuaciones en favor del interés general. Una 'limpieza' de la administración necesaria ya que durante los gobiernos socialistas casi cuatro décadas sólo ha ido engordando sin control.

Las Fundaciones del pasado siglo y su origen

Agregación de Fundaciones de Sevilla tiene su origen en 1958, cuando el Ministerio de la Gobernación acuerda aprobar la refundición propuesta por la Junta Provincial de Beneficencia de Sevilla de 144 fundaciones, algunas de ellas en funcionamiento desde el siglo XV, por el no cumplimiento de sus fines, la insuficiencia de medios económicos y la necesidad de adaptarlas a las convenciones sociales del momento.

Posteriormente, en 1963, se incorporan otras 407 fundaciones y, ya en 1983, entre el traspaso de funciones y servicios de la Administración del Estado a la Comunidad Autónoma de Andalucía, se produce la transferencia de competencias en materia de fundaciones de carácter benéfico-asistencial.

Según consta en los archivos de la propia entidad, la Fundación no presenta actividad de ningún tipo, ni directa ni indirecta, lo que justificó que se la catalogase en el Presupuesto para el año 2021 entre las Entidades en proceso de liquidación sin actividad. Por otra parte, el fin de la Fundación, consistente en la ayuda a personas con discapacidad, infancia y personas mayores sin recursos económicos, se satisface en la comunidad a través de servicios sociales, voluntariado, menores y familias.

Por otro lado, la Fundación Banco Agrícola don José Torrico y López Calero tiene su origen en el testamento de su titular en 1882 y quedó transferida a la Comunidad Autónoma de Andalucía en 1983. Según sus Estatutos, sus fines son la constitución de “un banco agrícola para la clase labradora de Guadalcanal”. Sin embargo, en sus archivos consta que no tiene actividad desde 1951 por imposibilidad de continuar con su labor, lo que justifica su catalogación como Entidad en proceso de liquidación sin actividad.