El dardo de González: "la inflación es el peor de los impuestos para los pobres"

El espíritu triunfalista que se ha vivido en la celebración del 40 aniversario de la victoria de Felipe González en el año 1982 se ha extendido entre los más de 3.000 asistentes que han llenado el salón de actos del Palacio de Ferias y Congresos de Sevilla, en el que el expresidente ha echo 'tragar saliva' al actual secretario del PSOE y presidente del Gobierno Pedro Sánchez.

Tras un repaso de esos primeros momentos complicados que superó el partido con intentos de golpe de Estado y la amenaza de ETA, así como defender la lucha contra la desigualdad y por los derechos sociales, ha llegado el momento de abordar asuntos más actuales y aquí González le ha dejado una delicada puntualización: "la inflación es el peor de los impuestos para los humildes y para pobres".

El expresidente ha señalado que los ciudadanos han perdido un 10% de poder adquisitivo y la desigualdad es una amenaza actual. Pero aquí González ha rebajado el tono para 'solidarizarse' con la política de Sánchez y exigir que hagan "más sacrificios los que más tienen".

Sánchez que ha sido el siguiente en subir al escenario no ha dejado pasar el comentario y ha mostrado su acuerdo con la afirmación de González, para añadir que desde el Gobierno se ha hecho todo lo posible para proteger a las familias. Y en este punto ha indicado que deben seguir "repartiendo los sacrificios de una forma equitativa" y ha afirmado que viendo el crecimiento de los beneficios de bancos y eléctricas de esta misma semana "están justificados esos impuestos".

Un llamamiento a no romper la convivencia

Pero donde la visión entre los dos exdirigentes no coincide aunque en el foro ambos discursos parecen lo mismo ha sido hablando de las autonomías. "Tenemos que recuperar la idea que nos identifica como país" que se encuentra recogido en la Constitución y "es el paquete de la ciudadanía, derechos, obligaciones, y la justicia para todos por igual".

En referencia a estas autonomías, González ha recomendado que: "Si a alguien no le gusta una ley tiene derecho a cambiarla pero no a no cumplirla". "Primero la cumples y luego propones cambiarla. Eso no sirve para estabilizar la Democracia", aconseja el histórico socialista.

Finalmente el sevillano ha realizado un llamamiento a "preservar como un tesoro la convivencia" en España, que era su "prioridad número uno" hace 40 años, en 1982, cuando ganó por primera vez con mayoría absoluta las elecciones generales, porque, según ha advertido, "sin convivencia en paz y libertad, todo lo demás es liviano, se puede caer y se puede volver atrás".

González echa de menos la mano de Guerra

El contenido de la celebración ha sido como era de esperar, un acto de 'autobombo' y el PSOE ha querido convertir la celebración del 40 aniversario de su victoria en 1982 en una jornada festiva, así que con concierto incluido de casi una hora de duración y una banda sonora con versiones musicales de los años ochenta, han ido llenando el auditorio del Palacio de Ferias y Congresos de Sevilla para aliviar la espera de González y Sánchez, que han sido los 'anfitriones' de la cita.

Pero el propio Felipe González ha dejado en evidencia las ausencias en la cita y sus primeras palabras han sido para hacer memoria: "Trato de buscar a ese personaje que levantaba mi mano" ha comenzado nombrando al exvicepresidente del Gobierno Alfonso Guerra para expresar el deseo: "lo quiero tener en esta mano". Pero su invocación no lo ha llevado hasta el aniversario al que en un primer momento no ha sido invitado.

Tampoco ha acudido el expresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, que si tenía invitación pero finalmente no ha ocupado un sillón en la primera fila. Y es que su presencia después de ser condenado por la corrupción de los ERE era complicada de lidiar, al igual que José Antonio Griñán al que no se le esperaba. Así que, como representantes andaluces han estado José Rodríguez de la Borbolla y Susana Díaz.