Neutralizan una "peligrosa" bomba encontrada por un buceador en Algeciras
Los buzos de la Armada han tenido que detonar un artefacto de la Segunda Guerra Mundial en el fondo del mar, debido a su inestabilidad y la peligrosidad que suponía transportarla.
La Armada española ha neutralizado una bomba de aviación de la Segunda Guerra Mundial que localizó un aficionado a la pesca submarina a siete metros de profundidad frente a la playa del Rinconcillo, en Algeciras (Cádiz). Y aunque pueda parecer que se trata de un artefacto antiguo, lo cierto es que si se manipula puede ser "muy peligrosa".
La acción conocida este miércoles, fue acometida el pasado día 4 de diciembre por un Equipo de Desactivado de la Unidad de Buceo de Cádiz (Unbudiz), perteneciente a las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Cádiz, con base en la Estación Naval de Puntales, y no es el primer artefacto de estas características que aparece en la zona. Según ha indicado la Armada en una nota, con esta operación este equipo ha realizado 12 intervenciones desde el mes de enero, neutralizando más de 30 artefactos explosivos y bengalas.
La Armada ha recordado que la manipulación de este tipo de artefactos explosivos es "muy peligrosa", ya que su carga explosiva suele mantenerse en perfectas condiciones a pesar del tiempo, por lo cual ante cualquier hallazgo han recomendado no tocar nada y avisar a las autoridades.
Han tenido que detonarla 'in situ' por su inestabilidad
Tras recibir el aviso del hallazgo del artefacto, el Cuartel General de la Fuerza de Acción Marítima, a través del Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (Covam), destacó, un equipo de especialistas en desactivado de explosivos, encargado de identificar y neutralizar el posible artefacto. Una vez en la zona, los buzos de la Armada realizaron una inmersión para identificar el artefacto como una bomba de aviación, mientras el servicio marítimo de la Guardia Civil de Algeciras proporcionaba seguridad en el perímetro.
Los buceadores, operadores del Equipo de Desactivado de Explosivos, comprobaron entonces que la bomba no se encontraba en condiciones de ser transportada, debido a su inestabilidad y procedieron a neutralizarla "in situ", mediante cargas especiales, una vez comprobado que la zona se encontraba libre y segura. Tras comprobar que no quedaban en la zona restos de explosivo, el equipo encargado de la operación recogió los restos del artefacto con el fin de evitar cualquier tipo de impacto medioambiental.