El Gobierno de Moreno despunta pero no se libra del lastre que le impone Sánchez
Satisfacción en la Junta de Andalucía por la gestión en estos cinco meses de legislatura a pesar de que la comunidad vuelve a ser una de las peor finciadas y pierde 1.000 millones al año.
Este martes se ha celebrado el último Consejo de Gobierno del año en la Junta de Andalucía y es el momento de hacer balance de los cinco meses de legislatura que trascurre con el Ejecutivo del PP de Juanma Moreno al frente. La mayoría absoluta lograda en las elecciones autonómicas les ha permitido gestionar con agilidad los asuntos que quedaron pendientes del anterior mandato así como implantar nuevas medidas de forma rápida.
Los principales logros del Gobierno popular en Andalucía han sido resumidos por el portavoz del Gobierno, Ramón Fernández-Pacheco, tras la reunión celebrada en la que ha calificado al equipo de Moreno de "hiperactivo" y ha señalado que la confianza depositada por los andaluces se está devolviendo con "soluciones". Así ha indicado medidas ya implantadas como aplicar la sexta gran bajada de impuestos en la comunidad, al mismo tiempo que han conseguido aumentar el número de contribuyentes; la renovación de los 12.000 sanitarios; la aprobación de leyes como la que regula el desarrollo urbanístico o los presupuestos generales para 2023 con el mayor gasto social de la historia.
Pero aunque Andalucía ha conseguido tranformarse en los últimos años y conseguir un crecimiento económico por encima de la media española, aún tiene un fuerte lastre que le impide despegar en igualdad con otras comunidades. Se trata del sistema de financiación autonómico que caducó en 2014 y que coloca a la región a la cola, entre las peor financiadas de España, según ha publicado en un informe la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Una reclamación sobre la que ha vuelto a insistir el portavoz del Ejecutivo al considerar que supone un "castigo" para más de ocho millones de andaluces, por lo que ha señalado que la reforma del sistema "no puede esperar un minuto más".
El Gobierno de Pedro Sánchez se resiste a mofificar un sistema obsoleto y, mientras se agota su legislatura, las quejas no sólo le llegan desde los líderes autonómicos del Partido Popular, ya que a Andalucía también se suma Murcia como una de las más perjudicadas por el reparto, sino de sus propios presidentes socialistas que han hecho público su malestar como el caso del valenciano Ximo Puig que comparte el vagñon de cola con las anteriores.
Mientras crece la deuda del Estado con la comunidad, ya que esta infrafinanción se cifra en unos 1.000 millones anuales, según traslada el Gobierno andaluz como la cantidad que pierden en el reparto. Además, esta no es la única batalla entre administraciones, ya que la andaluza no está dispuesta tampoco a perder su autonomías fiscal en lo que respecta a los impuestos.