La corrupción del PSOE en Andalucía acude a las rebajas de la malversación
La defensa del expresidente de la empresa pública Invercaria, Pérez-Sauquillo, pide la revisión de la condena y que se rebaje en un año, acogiéndose a la reforma del Código Penal de Sánchez.
Despúes del escándalo de las rebajas de penas logradas por los agresores sexuales acogiéndose a los beneficios de la Ley de libertad sexual del 'sólo sí es sí', llega otro, también previsible, tras la reforma del Código Penal por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y sus socios de Podemos: los beneficios para los corruptos.
En Andalucía se ha producido la primera petición de rebaja de una condena de malversación por parte de un condenado de la corrupción en la Junta de Andalucía durante el gobierno socialista en la etapa de Manuel Chaves. Se trata del expresidente de Invercaria, Tomás Pérez-Sauquillo, cuya defensa ha solicitado la disminución de su condena, dictada por la Audiencia de Sevilla y ratificada por el Supremo, de tres años y medio a dos, amparándose en esta reforma que el Ejecutivo de Sánchez aplicó para beneficiar al independentismo catalán y que cambia la tipificación de este delito.
Pero la puerta está abierta también para 'librar' de los castigos porla corrupción a los socialistas andaluces, en este caso al máximo responsable de Invercaria, una empresa pública de capital de riesgo, adscrita a la Agencia IDEA de la consejería de Economía de la Junta que, en lugar de ayudar en la financiación a empresas de la comunidad, se dedicó a malversar.
La condena que pesa sobre Pérez-Sauquillo por un delito de prevaricación en concurso medial con un delito de malversación de caudales públicos hace referencia a la concesión, de forma arbitraria y sin ni siquiera haber presentado documentación, de un préstamo de 100.000 euros a la empresa Aceitunas Tatis, para financiar una nueva línea de 'aceitunas eróticas' y que nunca llegó a devolverse.
Siguiendo los pasos de Griñán
Pero, mientras que la defensa del exdirectivo de la Junta pide 'descuentos' en su condena a la prisión, también maniobra con otro recurso de súplica después de que la Audiencia pidiera su ingreso en la cárcel de manera voluntaria y le diera un plazo de diez días que ha expirado. En este caso lo que alega para suspender la condena es que el expresidente de Invercaria es que padece una "enfermedad grave e incurable" incompatible con la vida penitenciaria.
Sigue así los pasos de otro socialista andaluz condenado como es el expresidente de la Junta, José Antonio Griñán, que también padece una enfermedad para la que necesita tratamiento y por ello ha sido uno de los culpables de la corrupción de los ERE que no ha entrado en prisión.
En el caso de Pérez-Sauquillo, recordémoslo, pesan otras condenas previas: una a dos años y tres meses de prisión por los gastos de personal de la citada entidad; a tres años de cárcel por el préstamo participativo de 300.000 euros concedido a la empresa jiennense Fumapa y suma otros tres años más de prisión por las ayudas por 1,5 millones de euros concedidas a la sociedad Cedes Electria. Aunque estas tres sentencias no son aún en firme.
A ellas se pueden ir sumando otras nuevas, ya que el caso está dividido en casi 30 piezas, una por cada subvención irregular concedida que seguirán pasando por los tribunales.