Los sevillanos se preparan para la catarsis ante la atenta mirada del forastero

Los sevillanos ultiman los preparativos para vivir con intensidad y derroche su Feria de Abril. A partir de la noche del sábado (22 de abril) comienza el gran acontecimiento festivo del año con la 'cena del pescaíto' y, por delante, toda una semana para bailar sevillanas, beber rebujito, recorrer el Real en coche de caballos, ir a los toros en la Maestranza y lucir los trajes de flamenca más espectaculares. Eso para el que el bolsillo se lo permita, porque los precios este año se incrementan y será una feria más cara que la edición pasada, mientras que para otros muchos sevillanos representa una semana de arduo trabajo y una inyección económica fundamental para muchas familias.

La Feria de Sevilla tiene un carácter muy distinto al de otras celebraciones que tienen lugar por toda Andalucía y la forma de vivirla está arraigada en los ciudadanos que no dejan que se pierda la identidad propia. Ya 'huele a feria' como dicen y se nota en casi cualquier rincón de la ciudad. Rara es la casa en la que no tienen colgado el traje de flamenca para 'sacarlo a bailar' y su caseta, muchas de ellas son privadas, engalanadas con farolillos y mantones.

Los sevillanos tienen claro cómo proceder estos días para exprimir al máximo la fiesta que miran con atención los 'forasteros'. Porque en estos días la ciudad hispalense también experimenta una gran afluencia de visitantes. Los hoteles ya están al 85% de ocupación y los apartamentos de alquiler también están muy demandados. Madrileños y catalanes, pero también franceses, estadounidenses y británicos son los más numerosos entre los viajeros que se convertirán en los espectadores de este 'desfile' de tradición único en el mundo.

Corrida de toros en la plaza de la Maestranza de Sevilla durante la Feria de 2022.

'Camuflarse' de sevillano para vivir una feria auténtica

El mejor consejo para atravesar la portada del Real que este año está inspirada en la Plaza de España como un sevillano más y vivir intensamente la Feria requiere de capacidad de adaptación y algo de 'desverguenza'. Si tenemos un amigo en la ciudad es el momento para llamarlo y que nos sirva de guía, pero sino lo primero será buscar el atuendo adecuado para no desentonar.

Portada del Real de la Feria de Abril de Sevilla.

A la feria las mujeres van de flamenca y ellos de traje de corto o de chaqueta, así que guarda las bermudas y las chanclas por mucho calor que tengas. Tampoco busques disfrazarte porque será aún peor, ya que el Real es un autentico desfile donde cada año cambia la moda, así que sino tienes vestido de faralae opta por colocarte en el pelo una flor o cubrirte con un mantón.

Cómo decíamos en el recinto ferial la mayoría de las casetas son privadas, familias o grupos de amigos pagan todo el año su cuota para tener su lugar de reunión, aunque también hay otras públicas donde poder hacer una parada y bailar. Este es otro de los asuntos que distinguen bien al local del foráneo, porque lo único que suena por los altavoces son sevillanas una detrás de otra, así que aprende algunos pasos y pierde la verguenza, que esto no tiene sentido sin echarse un baile.

En definitiva una semana en la que conocer mejor la idiosincrasia sevillana y seguro que no defrauda, porque tanto si lo vives desde dentro o como mero espectador, el espectáculo que tiene su origen en 1846 mantiene su esencia y, sino fuera por las modernas atracciones para los niños de la popular calle del Infierno, poco ha cambiado desde entonces.