ESdiario

Aire acondicionado: el aliado del verano que se puede convertir en enemigo

Un experto en sanidad alerta de las graves consecuencias para nuestra salud que puede provocar un mal uso de este aparato y lanza las recomendaciones para evitar efectos negativos.

Efectos negativos del aire acondicionado.

Publicado por

Creado:

Actualizado:

El verano nos deja la segunda ola de calor y, especialmente, en Andalucía hay que luchar contra las elevadas temperaturas día y noche. El mercurio supera los 44 grados y sólo queda una solución para los que no tienen la playa cerca, que será el único sitio donde se puede soportar el asfixiante calor, encender el aire acondicionado. Pero este aparato que se convierte en el gran aliado del verano tembién puede ser un enemigo para nuestra salud, así que no es un tema menor usarlo correctamente.

El mantenimiento de un equilibro adecuado al utilizar el aire acondicionado, tomando precauciones para minimizar sus efectos negativos en la salud es vital, ya que el exceso de frío de estos dispositivos puede tener consecuencias graves en el organismo, especialmente en pacientes con EPOC y otras patologías pulmonares. Así lo defiende el jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Luis Manuel Entrenas, que expone que los cambios de temperatura al pasar del calor exterior a las climatizaciones fuertes en lugares cerrados son las principales causas de patologías respiratorias en verano.

Jefe del servicio de Neumología del Hospital Quirónsalud Córdoba, Luis Manuel Entrenas.

Las altas temperaturas desencadenan golpes de calor, especialmente en ancianos y niños, la población con mayor riesgo, lo que hace que se incremente el uso del aire acondicionado, pero hay que prestar atención a las personas con sensibilidad a la climatización.

Así afecta a nuestra salud

Estos aparatos reducen la temperatura del ambiente pero también disminuyen la humedad del aire, lo que puede producir algunos riesgos para la salud como sequedad de mucosas, irritación ocular, dolor de garganta, cambios en la voz, sequedad de la piel, irritaciones dérmicas, e incluso empeoramiento de algunas alergias, dolores de cabeza crónicos y sensación de fatiga. Las obstrucciones nasales se presentan en el 35% de las personas que viven en espacios aclimatados con aire acondicionado, frente al 9% de las que viven en zonas con ventilación natural.

En pacientes de EPOC y otras patologías pulmonares la exposición al aire frío puede resultar especialmente perjudicial y desencadenar una crisis de la enfermedad, puesto que el exceso de aire frío puede provocar una irritación de la mucosa del árbol bronquial, lo que actúa como un factor de riesgo para el desarrollo de infecciones respiratorias y de exacerbación de crisis asmáticas y episodios de bronquitis.

Entrenas ha destacado que el aire acondicionado puede generar alteraciones musculares como contracturas, pero su consecuencia más importante puede ser la aparición de un cuadro vaso-vagal con mareo y sudoración al pasar de altas temperaturas exteriores a bajas en los lugares climatizados. Cuando se respira un aire frío y poco húmedo se pueden producir problemas respiratorios como rinitis, faringitis, amigdalitis, laringitis o bronquitis.

El especialista ha recalcado que hay que tener especial cuidado con los bebés y los niños, pues son muy sensibles a los cambios bruscos de temperatura. Las temperaturas extremas alteran el sueño e incluso les pueden provocar insomnio, por lo que hay que recordar que el sistema inmunológico de los niños todavía "no está plenamente desarrollado y demasiada exposición al aire frío puede hacer que sufran síntomas catarrales". Además, el aire frío procedente de aparatos también tiene efectos nocivos en su sistema de defensa natural, dando lugar a enfermedades como sinusitis y otitis.

Las recomendaciones

Las principales recomendaciones para el uso del aire acondicionado son, ha explicado el doctor Entrenas, vestir ropa ligera, evitar cambios bruscos de temperatura (cambios de seis grados o más respecto al exterior), eludir temperaturas inferiores a los 24 grados, beber agua regularmente, respirar por la nariz para regular la temperatura y filtrar el aire, impedir dirigir el flujo de aire acondicionado directamente hacia el cuerpo y evitar la recirculación de aire interior.

Además, es recomendable usar un lubricante ocular y crema hidratante para evitar la sequedad. Es mejor no dormir con el aire acondicionado encendido, ya que la temperatura corporal disminuye cuando dormimos, pero en caso de no poder evitarlo "hay que evitar temperaturas muy bajas y flujo de aire", es más conveniente refrigerar la habitación antes de acostarse.

El especialista ha afirmado que realizar el mantenimiento indicado de los aparatos siguiendo las instrucciones del fabricante es otro aspecto a tener en cuenta, ya que los filtros y depósitos del agua del aire acondicionado deben estar limpios, puesto que la acumulación de polen, ácaros o polvo pueden provocar enfermedades respiratorias. Una buena opción para mantener una buena humedad en el ambiente es usar un humidificador para combatir la deshidratación del entorno provocada por los aparatos.

tracking