'Operación Postigo': las mafias que están detrás de la 'okupación' de viviendas
La detención de una banda de delincuentes en Málaga desvela hasta donde puede llegar el problema de la 'okupación' ilegal de viviendas en el país. El caso es el colmo de la extorsión.
La ocupación ilegal de viviendas se ha convertido en un problema en muchas ciudades del país, pero lo ocurrido en Málaga deja en evidencia que en muchas ocasiones, más que personas necesitadas, detrás de la okupación se esconden auténticas mafias.
Contra ellas trabaja la Policía Nacional, que ha detenido en la capital malagueña a seis personas, cuatro hombres y dos mujeres, implicadas según su participación en los delitos de robo con fuerza, hurto, tráfico de drogas y defraudación de fluido eléctrico. Pero lo que sorprende es la forma de actuar de esta banda.
Así, cuatro de los investigados se dedicaban a okupar viviendas que, posteriormente, acondicionaban y alquilaban, y si los inquilinos no les abonaban la mensualidad exigida entraban al inmueble y les robaban. Los otros dos detenidos eran los encargados de dar salida a los efectos sustraídos, han indicado la Policía Nacional en un comunicado.
Además, dos de ellos vivían en una vivienda okupada donde habían instalado un laboratorio de marihuana. En los registros practicados los agentes han intervenido 103 plantas de marihuana, 115 gramos de hachís, una báscula, 9.335 euros, diez teléfonos móviles, ocho relojes, varias piezas de oro, más de medio centenar de llaves de seguridad, bolsos de alta gama, ropa y otros enseres.
La denuncia clave de un 'okupa-inquilino'
Esta investigación denominada 'Operación Postigo', llevada a cabo por agentes adscritos al grupo de Robos de la Comisaría Provincial de Málaga, se inició una vez detectado una serie de robos con fuerza en el que coincidían ciertos aspectos del modus operandi; los ladrones siempre sustraían material tecnológico y dinero en efectivo.
Durante las pesquisas se recibió una denuncia que aportó pruebas concluyentes a la investigación. En este caso la víctima relata la sustracción de efectos en su domicilio, donde vive como okupa, abonando de forma mensual un alquiler.Los agentes pudieron comprobar que quién habría accedido al interior de la vivienda para robar habría sido la misma persona que le facilitó el acceso al inmueble. Además, el presunto autor también habría perpetrado otro robo en ese domicilio a finales de año.
No dudaban en robar como medida de presión
Las indagaciones permitieron identificar a un total de cuatro personas, dos parejas, implicadas en los robos. Los hechos delictivos perpetrados por estas cuatro personas se relacionan unos con otros, como es el caso de seleccionar viviendas en la mayoría de los casos propiedad de entidades bancarias, para acondicionarlas mediante cambios de cerraduras, enganches ilegales de luz y agua etcétera, que luego cederían bajo cierta cantidad de dinero a terceras personas.
Cuando no hacía frente a sus obligaciones pecuniarias, no dudaban en acceder a la vivienda y sustraerle todos los objetos de valor que encontraban, bien como medida de presión para que los inquilinos satisfagan sus deudas económicas o bien para que abandonen la vivienda y poder cedérsela a otros moradores que si les reporten beneficios económicos.