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El dulce sabor de Andalucía: 7 postres típicos que debes probar

La repostería andaluza es una de las más ricas de España, con una amplio recetario, pero estos son algunos de los postres más famosos: torrijas, tocino de cielo, pestiños o los piononos.

Postres típicos de Andalucía

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Iniciamos un recorrido gastronómico por Andalucía sin salir de tu casa. ¿Te animas?

7 postres típicos de Andalucía

Historia del Tocino de Cielo:

Es un postre cremoso que se hace con yemas de huevo y almíbar. Tiene un color amarillo intenso y un sabor muy dulce

El Tocino de Cielo, un exquisito postre de origen español, tiene su historia ligada a la tradición vinícola de Jerez, ciudad del vino.

En el siglo XIV, cuando las bodegas de la región utilizaban claras de huevo para clarificar el vino tinto, se generaban miles de yemas sobrantes como subproducto.

Fue entonces cuando un fabricante astuto decidió donar estas yemas a un convento cercano. Las monjas, expertas cocineras, aprovecharon estas yemas y crearon un postre único, que requería muchas yemas y azúcar.


El nombre del Tocino de Cielo proviene de la similitud en textura con el tocino y del hecho de que fue elaborado por las hábiles manos celestiales de las monjitas.


Con el paso del tiempo, este delicioso manjar se volvió tan popular que en 2015 el Ayuntamiento de Jerez buscó registrar la marca "Tocino de Cielo de Jerez" como una Indicación Geográfica Protegida. Sin embargo, se encontró con la sorpresa de que el nombre ya había sido registrado anteriormente por las Bodegas Páez Morilla.

Historia del Pan de Cadiz

Es un dulce navideño que se elabora con mazapán, fruta confitada y yema.


La historia del delicioso postre conocido como Pan de Cádiz tiene orígenes inciertos, pero algunos relatos sugieren que surgió a finales del siglo XIX durante el asedio francés a la ciudad gaditana.

La escasez de harina para elaborar pan llevó a algunos habitantes a experimentar con una masa de almendra como alternativa para acompañar sus comidas. Con el tiempo, esta masa evolucionó al incorporar diversos condimentos y frutas, transformándose en el pastel sorpresa que conocemos hoy en día.

Otra teoría interesante proviene de pasteleros ilustres de la región, quienes aseguran que el origen del Pan de Cádiz se encuentra en Jijona, la Cuna del turrón.


Al parecer, este pastel de mazapán con frutas confitadas era un encargo especial que los turroneros jijonencos recibieron de los distribuidores en la ciudad andaluza. Por esta razón, adquirió el nombre de Pan de Cádiz, ya que siempre se elaboraba para las tiendas de turrón y pasteles en dicha ciudad.

Sea cual sea su verdadero origen, lo cierto es que este exquisito postre se ha ganado nuestro corazón gracias a su textura firme, deliciosa combinación de sabores y su atractiva presentación llena de colores, que hace que cualquier mesa luzca con presencia.

Historia de las Torrijas:

Son unas rebanadas de pan empapadas en leche, huevo y azúcar, que se fríen y se aromatizan con canela, limón o vino. Se comen principalmente en Cuaresma y en Semana Santa.

Las Torrijas, un popular postre de la gastronomía española, tienen un pasado que se remonta a la antigua Roma. Aunque en aquellos tiempos no existiera el azúcar, la miel era un ingrediente utilizado para endulzar los alimentos. S

e habla de un postre similar a las torrijas en un libro de cocina llamado 'De re coquinaria',está escrito entre el siglo IV o V, y se le atribuye al gastrónomo Marco Gavio Apicio, aunque este experimentó mucho antes de que se escribiera el libro.

No obstante, las torrijas como las conocemos hoy en día se relacionan con la influencia árabe. Sabemos que los árabes usaban la canela y el azúcar como una especia.

Gracias ello el azúcar llegó a la Península Ibérica durante el siglo X. En el siglo XV, en un cancionero creado por Juan del Encina, se menciona un postre elaborado con pan duro, huevos, aceite, canela y miel, al que se le llamó 'torreja'. Este autor es considerado el primero en mencionar la receta que luego adoptaría el nombre de 'torrija'.

Recetas similares a las torrijas se encuentran en otros países europeos, como la "suppe dorate" o el "pain perdu" francés.


En España, a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII, se hace referencia a las torrijas en diversos documentos, incluyendo un diccionario de 1705 que las define como "rebanadas de pan fritas con miel que se dan a las mujeres recién paridas en España". Desde entonces, las torrijas han evolucionado y se han convertido en un delicioso símbolo de la gastronomía española, especialmente durante la Semana Santa.

Historia de las rosquillas

Son unos anillos de masa frita que se espolvorean con azúcar o canela. Se pueden rellenar de crema, chocolate o cabello de ángel.

La historia de las rosquillas se remonta a tiempos antiguos, con orígenes en la Grecia clásica y luego en Roma. En aquellos días, los hábiles cocineros freían tiras de masa de trigo y las bañaban en miel o salsas saladas, deleitando los paladares de la época.

Sin embargo, fue durante la Edad Media, específicamente alrededor del año 400, cuando los árabes aportaron una interesante evolución a esta delicia.

Comenzaron a freír pequeñas porciones de masa sin endulzar y luego las sumergían en un almíbar dulce, hecho a base de miel o azúcar. Es importante mencionar que en aquel tiempo, los árabes utilizaron el azúcar como un elemento perfumado en sus platos, al igual que emplearon la pimienta en las recetas saladas.

Durante la presencia árabe en la Península Ibérica en el siglo X, las rosquillas se hicieron populares en España y, desde allí, se expandieron hacia otras regiones, aunque en ese entonces no tenían la misma forma que las conocemos hoy en día, más bien se se asemejaban a los buñuelos.


En diversas partes de Europa, como en Alemania, todavía no se utilizaba el azúcar, pero se usaba miel para endulzar las rosquillas y también se experimentaba con rellenos salados. Poco a poco, se fueron agregando nuevos ingredientes a la receta, siendo el huevo un elemento crucial que aportó más sabor y consistencia.


Se han tejido algunas leyendas en torno a la invención del famoso 'agujero de las rosquillas', y se ha atribuido a un marinero holandés su creación. No obstante, es probable que esta práctica se haya desarrollado de manera espontánea como una variante más de la receta, dada su amplia popularidad y simplicidad. Así, a lo largo del tiempo, las rosquillas han ido evolucionando y adaptándose, convirtiéndose en un dulce apreciado en diversas culturas alrededor del mundo.

Historia del Pionono:

Son unos pastelitos individuales que se hacen con una fina capa de bizcocho enrollada y rellena de crema pastelera

El Pionono, un pequeño pastel de origen español, tiene sus raíces en Santa Fe, una localidad cercana a Granada.

Este delicioso postre se compone de una fina lámina de bizcocho enrollado en forma de cilindro, empapado con un jarabe hecho de agua y azúcar, lo que le otorga una textura refrescante. Además, está relleno y coronado con una crema tostada que se carameliza con un soplete.

Aunque su origen no está del todo claro, se cree que el Pionono se remonta al período de Al-Andalus en los siglos X y XI. No obstante, fueron los habitantes de Santa Fe quienes guardaron celosamente la receta de herencia árabe, convirtiéndolo en un auténtico emblema de la ciudad de Granada.

A pesar de esta historia arraigada, algunas fuentes sugieren que fue creada en 1897 por Ceferino Isla, fundador de Casa Ysla, en honor al papa Pío IX. Sin embargo, esta teoría ha sido desafiada por investigadores que afirman que el dulce podría tener sus orígenes en Cádiz varias décadas antes.


Sea cual sea su origen exacto, el Pionono verdadero se ha convertido en una delicia apreciada tanto por locales como por visitantes que buscan probar los sabores típicos de la región.

Historia del Pastel de Córdoba:

Es un hojaldre relleno de cabello de ángel, una confitura hecha con la pulpa de la calabaza cidra, ya veces también de jamón. Se decora con almendras fileteadas y azúcar glas.

El Pastel de Córdoba, un sabroso manjar tradicional de la cocina cordobesa. Este delicioso postre se remonta a la época musulmana, aunque ha evolucionado a lo largo del tiempo.

En la actualidad, el Pastel de Córdoba se prepara especialmente el 17 de noviembre, en conmemoración de los patronos de la ciudad, San Acisclo y Santa Victoria. Desde 1998, se celebra la jornada del Pastel Cordobés, donde se reparte gratuitamente una porción de este manjar a todos los asistentes.

Su historia se remonta a la época musulmana, pero en tiempos cristianos, comenzó a elaborarse con manteca de cerdo, y posteriormente, en el siglo XIX o principios del XX, los obradores cordobeses añadieron el jamón, que le dio un sabor especial y sorprendente.

El Pastel de Córdoba, conocido también como Pastelón Cordobés o Manolete en su versión más pequeña, combina hábilmente lo dulce y lo salado, y ha llegado a ser una verdadera delicia que deleita tanto a los habitantes locales como a los visitantes que desean llevarse un sabor típico de la región como recuerdo.

Historia de los pestiños

Son unas tortitas de masa frita que se bañan en miel o azúcar. Se suelen hacer en Semana Santa y en Navidad

Los pestiños, ese dulce de sartén que tantas delicias nos brinda, tienen sus raíces en el periodo morisco de Al-Andalus, que abarcó desde el año 711 hasta 1616. En la cultura árabe, los dulces fritos, como los buñuelos y las torrijas, eran tradicionales y formaban parte de su repostería.

La receta de los pestiños ha sido influenciada por otras culturas, como la sefardí y la cristiana. En la cocina marroquí, por ejemplo, preparaban un dulce llamado "shebbakiyya," que se consumía después del ayuno del Ramadán y compartía ingredientes comunes con los pestiños, como el ajonjolí y la canela.

Durante la época romana y sefardí, también existían postres similares, elaborados con harina y fritos. En aquellos tiempos, el azúcar ampliamente utilizado (fue introducido por los árabes en la Península Ibérica en el siglo X), y los postres se endulzaban principalmente con miel.


Los romanos disfrutaban de los "frictilia", unos pasteles de harina y grasa de cerdo bañados en miel, mientras que los sefardíes preparaban las "fiyuelas", trozos de masa frita bañados en almíbar. Con el paso del tiempo, estos sabores y técnicas se fusionaron para dar lugar a los exquisitos pestiños que tanto disfrutamos en la actualidad.

Como ves, los 7 postres típicos de Andalucía son una muestra de la riqueza y la diversidad de la gastronomía andaluza, que refleja la influencia de las distintas culturas que han pasado por esta tierra. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.