La lucha de un pescador acosado por Gibraltar e ignorado por el Gobierno
Jonathan Sánchez es un joven que se niega a tener que dejar de faenar en aguas del Estrecho, sacando a la luz un conflicto internacional que España no aborda con la colonia británica.
El caso de Jonathan Sánchez, el pescador del barco 'Mi Daniela' que ha sido denunciado por las autoridades gibraltareñas, se ha convertido en una lucha entre David y Goliat, porque está practicamente solo en su batalla por seguir faenando en aguas del Estrecho, como viene haciendo desde hace más de quince años.
El resto de sus compañeros han tirado la toalla y se han retirado a faenar a otras zonas, pero Jonathan resiste a la presión porque considera que no está cometiendo ninguna irregularidad y las aguas en las que pesca son españolas. El joven ha pedido apoyo al Gobierno de España ante "el acoso diario" que ha asegurado está sufriendo por parte de Gibraltar, aunque de momento no hay intervención estatal en un conflicto, que más que particular, es internacional.
Sánchez ha asegurado que las aguas que rodean al Peñón son "españolas" y que desde Gibraltar "quieren apoderarse de tres millas" de aguas para hacer allí cosas "a su antojo". Una versión que también defiende el alcalde de Algeciras, José Ignacio Landaluce, y de la consejera de Agricultura y Pesca de la Junta, Carmen Crespo, quienes han pedido a Gibraltar que cese con este "hostigamiento" y que se han convertido en el único apoyo del pescador.
Solo frente a la denuncia por nueve delitos
Este pescador de La Línea de la Concepción ha relatado "el acoso" que ha sufrido durante días pasados por las autoridades gibraltareñas, que incluso llegaron a abordar su embarcación "con la excusa" de que tiene una denuncia abierta por presuntamente embestir a una embarcación de pesca recreativa de Gibraltar, algo que Sánchez ha negado rotundamente.
"Me abordaron y me obligaron a que me identificara. Yo me negaba, pero llegó otra embarcación de Aduanas y me obligaron a que si no les daba la documentación, me llevaban arrestado y me quitaban el barco. Accedí a dárselo y a raíz de eso me han puesto una denuncia por nueve delitos. Ahora me llegará una carta a mi casa para que yo me presente allí en las Cortes de Gibraltar", ha contado.
Sobre esto, ha solicitado que el Gobierno "mande a alguien" para que le defienda si finalmente tiene que acudir al Peñón a declarar. "Yo no he cometido ningún delito y ellos me acusan de eso", ha lamentado.
Un problema de largo recorrido
Sánchez ha manifestado que estas situaciones se llevan produciendo "muchos años" y que "antes" en la zona del conflicto faenaban "muchos pescadores", más de 100 familias que ahora han optado por acudir a otras aguas o dedicarse a la concha para "no soportar la presión" ni "sufrir el acoso" que está experimentando este pescador.
"Me he criado pescando con las redes, es lo que mejor se me da y esa es la zona más rica de pescado", ha comentado, explicando que esas aguas "son españolas" y que sus redes son "completamente legales". Además, ha asegurado que no acude con su barco a zonas que no le están permitidas y que sólo opera donde sabe que puede hacerlo.
En su opinión, en esa zona, Gibraltar no permite la pesca con redes a sus ciudadanos, por lo que "ese puerto deportivo son quienes no paran de poner denuncias y acosan a su Gobierno con que si ellos no pescan con redes, no dejen pescar a nadie", ha aventurado. "Somos embarcaciones pequeñas y no hacemos tanto daño como ellos dicen", ha apuntillado en alusión a un presunto daño medioambiental que también alegan desde el Peñón.
"Espero que se solucione rápido, pero lo que pasa es que el Gobierno de Gibraltar está en la suya de que esas aguas son suyas, y a ver España qué remedio pone para que yo pueda ir pronto a trabajar a esa zona y no tenga problema en alguno", ha rogado.