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Doñana se seca igual después de las elecciones, pero a Sánchez ya no le interesa

El portavoz de la Junta señala que el Gobierno socialista ha utilizado la situación de Doñana para sacar rédito electoral y ahora ni se preocupan ni actuan, a pesar de ser su competencia.

La laguna de Santa Olalla en Doñana, casi seca, este mes de agosto.

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La situación del Parque Nacional de Doñana, gravemente afectado por la sequía que azota Andalucía, ha llenado titulares de prensa coincidiendo con los dos últimos procesos electorales de mayo y julio. Pero una vez pasados los comicios poco se habla de que el humedal más importante de Europa sigue secándose y la polémica contra el Gobierno andaluz y su proposición de ley parece que ya no interesa al Ejecutivo socialista, que tampoco piensa ejecutar ninguna obra para dotar de recursos hídricos el espacio natural ni en la comarca agrícola de Huelva.

Al respecto, se ha pronunciado el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul y portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco, ha asegurado que "Doñana es un humedal que no es ajeno a la situación de sequía que hoy tiene el continente", para seguidamente argumentar que "lo que está claro es que esas lagunas no se han podido secar por un proyecto de ley que ni siquiera se ha aprobado, que es un papel que se está tramitando en el Parlamento de Andalucía".

El portavoz de la Junta no tiene miedo de abordar el asunto y sobre la tramitación de la Proposición de Ley conjunta de PP y Vox sobre los regadíos en los municipios al norte de la Corona Forestal de Doñana para propiciar su conversión en suelos agrícolas regables con aguas superficiales, Fernández-Pacheco argumenta que esa iniciativa "va de intentar no ampliar los regadíos, sino de dar una salida a unos agricultores que desempeñan su trabajo en esa comarca para que no vuelvan a sacar jamás agua del acuífero, que el acuífero de Doñana sea solo para Doñana y para que Pedro Sánchez cumpla su palabra, haga la infraestructura y traiga agua de cuencas excedentarias, siempre en superficie".

Después de la propaganda llega el silencio

Una vez que se ha 'apagado' la propaganda sobre Doñana, las conversaciones para resolver el asunto entre la Junta y el Estado son nulas. Al respecto el portavoz asegura que el principal problema que se han encontrado es "la famosa negación del Gobierno de España, de Pedro Sánchez, de todo sus ministros, de manera muy especial de la ministra de Transición Ecológica, a entablar ningún tipo de diálogo con la Junta de Andalucía", mientras que imputa a la titular de esa cartera en funciones, Teresa Ribera, que "ella nos ha respondido con insultos, con desprecio, ha llamado señorito al presidente de la Junta de Andalucía, se ha referido a nuestra Comunidad Autónoma como esa esquinita".

El consejero y portavoz ha recriminado al Gobierno y al PSOE emplearse en "alentar campañas que venían desde el extranjero, hablando mal de un sector que supone hasta 100.000 puestos de trabajo en Huelva y más del 95% de la exportación de fresa que hoy tiene España".

Mientras atribuye a la Proposición de Ley el propósito de "dejar de esquilmar el acuífero de Doñana" y "un plan para aportar recursos hídricos de Cuencas Hidrográficas como la del Chanza, Tinto y Odiel a la de Doñana para dejar de usar esos acuíferos", considera que "la premisa es no mirar para otro lado como ha venido haciendo la Administración socialista al frente de la Junta de Andalucía durante cuarenta años" y deduce que "fruto de esa dejación tenemos el problema social que existe hoy en el Condado y fruto de esa gestión Doñana está como está en este momento".

Atribuye ese comportamiento público del Gobierno con Doñana a que "entendía que le daba rédito electoral" porque "consigue que muchos españoles no entiendan el problema real y hacerles ver una realidad que nada tiene de cierto".