Estupor: detienen a un 'bombero-pirómano' por causar un gran incendio en Granada

La detención de la Guardia Civil de este pasado martes causa indignación y sorpresa a partes iguales. Pocas cosas tan duras como imaginar que un bombero pueda ser al mismo tiempo el autor de un incendio forestal, pero así se determina tras una investigación de un año que ha dado con esta alarmante conclusión.

Los agentes han detenido como presunto responsable del incendio forestal de Los Guájares, en la comarca de la costa de Granada, a un hombre de 62 años que había sido bombero forestal y que en la fecha del suceso hace casi un año, 8 de septiembre de 2022, trabajaba en labores de prevención. El bombero fue detenido el pasado martes día 29 de agosto y, tras tomarle declaración la Guardia Civil, en estos momentos está en libertad a la espera de que sea juzgado de instrucción el que le cite.

La investigación apunta al bombero "de manera inequívoca"

El incendio del que se culpa a este bombero retirado se inició en el paraje conocido como Barranco Girón y afectó a una superficie de 5.194 hectáreas de los términos municipales de Los Guájares, Albuñuelas, El Pinar, El Valle y Vélez de Benaudalla, permaneciendo activo durante 27 días, hasta que se dio por extinguido el 5 de octubre.

Un daño irreparable que propició la operación de la Guardia Civil 'Oasis perdido', una investigación del equipo de Policía Judicial Medioambiental del Seprona muy compleja, que ha resuelto un año después. Para llegar a dar con el autor, se realizó un análisis forense llevado a cabo con medios técnicos habitualmente empleados en investigaciones de homicidios y otras relativas al crimen organizado, así como ha llegado a recoger más de cien testimonios.

El análisis de los numerosos informes técnicos, reconstrucciones 'in situ', de evidencias físicas dejadas por las llamas para la identificación del punto de inicio, han permitido a los agentes reunir diferentes indicios y sitúan al detenido "de manera inequívoca" en el lugar y hora del inicio del incendio, "descartando la participación de terceras personas".

Puso en peligro a compañeros y vecinos

El presunto autor puso al límite a sus compañeros en este incendio, también a la población que tuvo que ser desalojada, ya que se decretó el nivel 1 de alerta debido a la gravedad del siniestro y se activaron medios de extinción del Infoca de diferentes puntos de Andalucía. Aviones, helicópteros y vehículos, además de una infinidad de bomberos forestales se volcaron en apagar las llamas que arrasaron este enclave granadino.

La Guardia Civil trabajó en perimetrar la zona para garantizar la seguridad, participar en la evacuación de personas, mantener la seguridad del tráfico y, en definitiva, prevenir que el incendio pudiera cobrarse víctimas humanas. Por la magnitud y peligrosidad del fuego tuvieron que ser evacuadas personas de cortijos y viviendas aisladas de la zona, siendo necesario incluso confinar a los habitantes de las pedanías de Acebuche e Ízbor.

El siniestro llegó a alcanzar un frente de 60 kilómetros, y arrasó zonas cultivables, pinos y matorral mediterráneo, provocando grandes y graves daños erosivos para el monte y la destrucción de los recursos naturales afectados.