La Policía pide refuerzos ante el caos "insostenible" en el Campo de Gibraltar

Los problemas desbordan a los agentes de la policía que luchan en el Estrecho contra las mafias que se dedican al tráfico de drogas y personas, a lo que unen los altercados violentos que cada vez se suceden con mayor frecuencia. Una realidad que también sufren los vecinos de los municipios que forman parte de la comarca gaditana del Campo de Gibraltar, como La Línea de la Concepción, Algeciras y Tarifa.

El Estrecho, el sur más sur de España, se ha convertido en escenario de un drama humanitario: un 'cementerio marino'. A diario llegan pateras que parten de las costas marroquíes, mientras que otras no corren tanta suerte, a pesar de las búsquedas desde el mar y el aire por las fuerzas españolas. Pero no sólo es la puerta de entrada de la migración de África hacia Europa, también de la droga y detener a los traficantes es labor de la Policía. A ello se suma el control de fronteras o de incidentes como el sucedido en La Línea donde los agentes fueron agredidos por la multitud durante una detención.

Un cóctel explosivo que provoca que muchos agentes soliciten pronto otros destinos, por lo que la plantilla no para de rotar y es que la situación en el Campo de Gibraltar es "insostenible" según trasladan al Gobierno desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP).

Alijo de hachís de una operación antidroga de la Policía Nacional en el Campo de Gibraltar.

Desde el sindicato ha reclamado al Gobierno un refuerzo de las medidas de seguridad y "restablecer el principio de autoridad". Conseguir establecer el orden en esta comarca pasa por declararla Zona Especial Singularidad (ZES), lo que implicaría incentivos sociolaborales, según ha señalado el sindicato, que ha aprovechado la reunión en Madrid de mandos antidroga de varios países que, dentro de los actos por la presidencia española de la Unión Europea, han abordado la coordinación en materia de tráfico de cocaína.

Reestablecer el principio de autoridad

El SUP considera que es importante "restablecer el principio de autoridad", remitiéndose a la carta que dirigieron a la ministra de Justicia en funciones, Pilar Llop, con el objeto de implementar una serie de medidas legislativas que refuercen dicho principio, con penas acordes a la gravedad de los delitos y que se aborde el fenómeno de la reincidencia delictiva.

Entre las medidas que reclama el SUP figura la creación de una Unidad Prevención y Reacción (UPR) en la Línea y Algeciras, destinada a evitar los desembarcos de droga en distintos puntos de la costa. Según el sindicato, actualmente se desplazan UPR de distintos puntos de España, "si bien es insuficiente para cubrir el servicio las 24 horas".

Evitaría la impunidad de los desembarcos y la inseguridad ciudadana derivada del hecho de presenciar a horas centrales del día, mientras los bañistas disfrutan de un día de playa, el espectáculo de la descarga de fardos de droga.

El SUP también quiere "reforzar con medios y efectivos" las condiciones de los agentes de las unidades investigadoras, tales como las UDYCO, que desarrollan sus funciones a través del Plan Meridional, plan que tiene como objeto la lucha contra el tráfico de hachís y cocaína en el Campo de Gibraltar.

La Junta pide a Interior, al menos, 125 policías más

Al mismo tiempo, desde el Gobierno andaluz también se exige cumplir con la comunidad y el consejero de Interior, Antonio Sanz, ha reclamado al Ministerio del Interior la adscripción de carácter de urgencia de un mínimo de 125 agentes mediante la modalidad de comisión de servicio para reforzar la plantilla de la Unidad de Policía Adscrita a la comunidad autónoma de Andalucía, que ahora mismo está compuesta por 389 efectivos de los 725 que tiene asignada.

Según ha recordado, en la actualidad la unidad "no tiene cubierto ni el 54% de sus plazas, lo que está muy lejos del 92% con el que cuenta el Cuerpo Nacional de Policía en sus plantillas". Además, ha explicado que hasta que finalice el año están previstas cinco bajas más por jubilación y durante 2024 otras once más, lo que desembocaría en "una situación de colapso técnico de imprevisibles consecuencias para la operatividad de la unidad".