La socialista Rubiales y su excusa barata tras llamar "judío nazi" a Bendodo
La expresidenta del PSOE de Sevilla, Amparo Rubiales, tuvo que dimitir por el insulto que lanzó al popular y ahora trata de justificarse ante el juez que le acusa de un delito de odio.
La que fuera presidenta del PSOE de Sevilla, Amparo Rubiales, ha tenido que acudir a los juzgados de Sevilla en calidad de investigada por la querella interpuesta en su contra por el PP a cuenta de un posible delito de odio al tachar en la red social Twitter de "judío nazi" al coordinador del PP, Elías Bendodo. Las explicaciones que ha dado la socialista ante el juez son, como poco, sorprendentes, ya que ha justificado que se trató de una expresión "coloquial" y habría negado cualquier ánimo "peyorativo o antisemita".
Auque será la Justicia quien determine si acepta o no las excusas de Rubiales para su "judío-nazi" s, todo apunta a que puede pagar un alto precio por sus palabras. Tuvo que dimitir en su momento de su cargo y ahora quiere librarse del delito de odio que se le imputa, ya que en su breve declaración de 15 minutos, ha defendido que se expresaba en términos "coloquiales", del mismo modo que circulan recriminaciones como "facha o rojo", rechazando que detrás exista una "intencionalidad peyorativa o antisemita".
Se resistió a rectificar
Cabe recordar que Amparo Rubiales tildó a Bendodo de "judío nazi" tras unas declaraciones del coordinador general popular sobre el adelanto electoral al 23 de julio, en las que este llamó al presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, "tramposo" y le acusó de buscar que los españoles no pudiesen votar al convocar los comicios en pleno verano. "¡Es realmente el discurso de un judío nazi!", reaccionó la dirigente socialista.
Tras el revuelo derivado de sus palabras, Rubiales recurría también a Twitter para rectificar: "Jamás debe usarse la religión, origen o etnia de alguien para la crítica política aunque, como en mi caso, la intención fuese señalar una grave incoherencia", exponía. "Mis disculpas y corrijo: Bendodo es un nazi", reiteró la socialista, que se quedó sin el respaldo de su partido, que se desvinculó de estas consideraciones de la histórica dirigente socialista.
Ante el impacto del asunto, y tras reclamar insistentemente el PP su dimisión, Amparo Rubiales renunció a la Presidencia del PSOE de Sevilla para "zanjar la polémica", promoviendo los populares esta querella ante el hecho de que "algunas personas utilicen las creencias religiosas como un insulto personal, cruzando así todas las líneas rojas permitidas".