Gibraltar considera una "idea aterradora" la soberanía de España sobre el Peñón
El Gobierno gibraltareño se muestra contundente ante la ONU y se niega al reclamo español para recuperar la soberanía de la colonia británica y volver a unas fronteras anteriores a 1704.
La postura de Gibraltar sobre su futuro es clara: se niegan a que España recupere la colonia británica. Lo ha expresado ante el Cuarto Comité de Descolonización de la ONU ante que la pretensión de España de recuperar la soberanía del Peñón, algo que a juicio del Gobierno cuya dirección acaba de revalidar el primer ministro Fabián Picardo, constituye una "idea aterradora" que equivaldría a "redibujar" una frontera que quedó trazada en el siglo XVIII.
En este caso no ha sido Picardo el defensor de esta tesis, sino el viceministro principal, Joseph García, quien ha vuelto a reclamar el derecho de autodeterminación del Peñón. "Somos un pueblo independiente y distinto de la potencia administradora", ha sostenido, en referencia a Reino Unido. "Un pueblo con el derecho inalienable a la autodeterminación, según el Derecho Internacional", ha acotado.
En la que ha sido la 60 ocasión en la que el Gobierno gibraltareño intervenía ante el citado comité de la ONU, García se ha referido al "reclamo territorial" de España sobre Gibraltar, que ha rechazado. "España pretende redibujar una frontera europea a como estaba antes de 1704", ha denunciado.
"Esa es una idea aterradora, con enormes implicaciones que van mucho más allá de Gibraltar", ha esgrimido García, incidiendo en que "la verdad es que ya no estamos en el siglo XVIII" y que ahora "las personas tienen derechos" y "los deseos del pueblo deben ser primordiales".
Todo esto después de que las elecciones hayan reforzado al lider del partido Socialista Laborista de Picardo y de los numerosos incidentes que se han producido en aguas del Estrecho de Gibraltar durante todo el verano.
Fabián Picardo tras vencer en las elecciones el pasado 12 de octubre en Gibraltar.
Tampoco admite otras injerencias
El Gobierno gibraltareño tampoco está dispuesto a aceptar otros modelos como una posible co-gobernabilidad del Peñón con España y su dirigente señala que: "No podemos ser simplemente transferidos de una potencia colonial actual a otra", subrayando que "eso no es una descolonización, sino una recolonización". Además, ha dejado claro que "peor aún" sería la "idea de sustituir una potencia colonial por dos, ejerciendo conjuntamente", en referencia al planteamiento de una soberanía compartida por Reino Unido y España.
Así las cosas, ha advertido de que "la ONU no puede quedarse simplemente en las palabras sin pasar a la acción", instando al comité a "trazar una ruta para la descolonización de Gibraltar" conforme a su mandato. Y ha dejado claro que "el pueblo de Gibraltar debe ser el único que determine su propio futuro", algo que ya ha hecho en dos ocasiones, a través de un referendum en 1967 y una consulta popular en 2002.
Con todo, pese al rechazo de la reivindicación española, García ha asegurado durante su intervención, que se produjo el miércoles por la tarde en Nueva York, Gibraltar tiende "la mano de la amistad" a sus "vecinos". "La salida de Gibraltar de la Unión Europea nos ha llevado a trabajar juntos para resolver retos comunes", ha reconocido.
La economía de Gibraltar afecta a España
El Gobierno de 'la Roca' ha puesto aprovechado el contexto para poner en valor que ejerce un impacto económico positivo en la zona vecina de España y que 15.000 personas que viven en España trabajan en el Peñón, entre ellos unos 9.000 españoles. "Esto convierte a Gibraltar en el segundo mayor empleador del sur de España", ha incidido.
Asimismo, ha destacado que el Peñón compra cada año a empresas españolas productos y materiales por valor de unos 1.500 millones de dólares, mientras que los gibraltareños gastan más de 100 millones al año en bienes y servicios en España.
"Es necesario proteger esa interacción económica de cara al futuro", ha reivindicado, enmarcando en ese esfuerzo el acuerdo que están negociando Londres y Bruselas sobre la futura relación entre el Peñón y la UE. Eso sí, sin renunciar a su soberanía.