El PSOE andaluz aplaude la amnistía, pero el gesto de Espadas le delata
Desde la primera fila, el secretario general de los socialistas andaluces, ampara la amnistía que propone Sánchez para los implicados en el Procés, pero atentos a la forma de hacerlo.
La imagen del líder de del PSOE andaluz, Juan Espadas, levantándose y aplaudiendo al secretario general de su partido y presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, después de afirmar explícitamente que "defiende la amnistía", le perseguirá para siempre ante sus votantes en particular y los andaluces en general.
De todos es conocida la afinidad de Espadas con Sánchez y, desde que se puso al frente de la federación andaluza, en ningún asunto se ha distanciado de las directrices de Ferraz, así que de la amnistía tampoco se iba a desmarcar.
El único en mostrar su desacuerdo con los planes del gobierno de coalición de PSOE y Sumar ha sido el presidente de Castilla La Mancha, Emiliano García-Page, que abiertamente se ha mostrado contrario a la medida, que no concuerda con los "valores socialistas". Una opinión que comparte el presidente de la Junta y del PP-A, Juanma Moreno, que este domingo aseguró ante 20.000 personas en Málaga que hay muchos socialistas "avergonzados" con este aplauso a la amnistía.
A Espadas le cuesta levantarse
Sin embargo, en las imágenes del comité federal del PSOE hay un detalle en el momento del aplauso a Sánchez que da muchas pistas de la falta de libertad que existe dentro del partido y la falta de voz propia de los socialistas andaluces.
Sólo hay que fijarse en los movimientos de Juan Espadas, sentado en la primera fila del comité. Durante la intervención de Sánchez defendiendo "en nombre de España" la amnistía, el gesto en el rostro del lider socialista es serio, hasta de preocupación, y tarda en aplaudir. También tarda unos segundos más que el resto del público en levantarse para seguir dando palmas, e incluso, mira antes hacia atrás para comprobar que el resto de los asistentes se ponen en pie.
En este gesto se puede comprobar como la deriva que toma el socialismo preocupa más de lo que parece en la federación andaluza. Y es que saben que les toca la ardua tarea de defender lo que hasta hace poco era una línea infranqueable para el PSOE, como es pedir perdón a Puigdemont en lugar de juzgarlo, y tapar el agravio entre los distintos territorios a favor de catalanes y vascos.