Ser pastor, un trabajo con salida en Andalucía y una escuela para aprender
La geografía andaluza es óptima para la desarrollar la actividad ganadera y, aunque es una profesión muy dura, la incorporación laboral está garantizada a través de la Escuela de Pastores.
Una joven pastora en Andalucía.
Cuando se abordan cuáles son las carreras con mayor salida laboral en España encontramos medicina, aeronáutica o telecomunicaciones a la cabeza del ranking, pero existen otras que no requieren de exigentes estudios, pero sí de muchos sacrificios. Les hablamos del oficio de pastor. Un trabajo ancestral, de los primeros que desarrolló el ser humano, incluso antes que la agricultura, y que difícilmente podrá desaparecer si queremos seguir alimentándonos de manera saludable.
El trabajo de pastor ha estado al borde de la extinción, porque se trata de un oficio duro, que no deja tiempo para el descanso o las vacaciones y requiere de un conocimiento empírico, del entorno y de los animales, que normalmente se hereda de generación en generación, como se suele decir coloquialmente "hay que mamarlo".
Así que después de que muchos jóvenes del mundo rural lleven varias generaciones abandonando el oficio ganadero de sus padres y abuelos, por las oportunidades que existen para estudiar en una universidad y ganarse la vida en otros menesteres más sofisticados, ahora se despierta un interés por volver al campo y hay opciones para formarse, como la Escuela de Pastores que impulsa la Junta de Andalucía.
La Escuela de Pastores: una salida garantizada
La Escuela de Pastores de Andalucía la desarrolla la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural de la Junta y es una oportunidad para formarse cuando la tradición familiar no existe. Ahora arranca su XII edición y este año recupera su carácter itinerante por Andalucía.
El elevado número de participantes en las últimas convocatorias anima al Gobierno andaluz a seguir apostando por esta escuela, ya que además la mayoría de los alumnos se han incorporado directamente a la actividad ganadera.
Destro de la Escuela hay varios cursos, unos de iniciación y otros para ganaderos en activo, así como un seminario permanente de ganaderia de montaña, ya que la orografía andaluza es un lugar idóneo para el pastoreo.
En definitiva, una opción distinta donde no falta el trabajo, a pesar de las dificultades del sector, y que es ideal para aquellas personas que quieran un contacto total con la naturaleza. Así que no es extraño encontrar familias que salen de las urbes para emprender proyectos relacionados con la ganadería en los últimos años.