La Ruta de los Bandoleros, de la Ronda romana al pueblo más original de España
Nos vamos de ruta por un sendero que conecta el espectacular pueblo de Setenil de las Bodegas, con sus casas-cueva, con el enclave arqueológico de Acipino, conocido como 'Ronda la Vieja'.
Setenil de las Bodegas, Cádiz.
La ruta que te proponemos se puede colocar en el top 10 de las más originales que se pueden realizar por Andalucía, además es fácil de recorrer, bien sea caminando o en bicicleta, apta para toda la familia y, sobre todo, para el que le desee conseguir una fotografía de viajes única.
Y es que, tanto el origen como la meta de la ruta, según se escoja el punto de partida (es un recorrido lineal de 11 kilómetros), son dos auténticos reclamos turísticos: Setenil de las Bodegas, un espectacular pueblo de la serranía de Cádiz, y el enclave arqueológico de la ciudad romana de Acinipo, conocida como 'Ronda la Vieja', en la provincia de Málaga.
Con respecto a la imagen de la pequeña localidad de Setenil de las Bodegas, que no alcanza los 3.000 vecinos y forma parte de la Ruta de los Pueblos Blancos, se ha hecho famosa por sus casas situadas debajo de enormes rocas. Las fotografías del municipio, también entre los más bonitos de España, han dado la vuelta al mundo por sus estrechas calles llenas de macetas, su castillo y esas originales casas-cueva, que nos cuentan mucho de su pasado, ya que aquí vivieron los humanos hace más de 5.000 años, según los restos hallados en su interior.
Setenil: animada vida 'bajo' las rocas
Con este aspecto tan singular, no es de extrañar que Setenil se haya puesto de moda, tanto que acaba de ser declarado "municipio turístico" por la Junta de Andalucía debido al elevado número de visitantes que acuden a la llamada de las dos calles más famosas: Cuevas del Sol y Cuevas de la Sombra, a las que separa el río Trejo.
Los nombres de estas calles son tan descriptivos que la primera invita a probar, al 'solecito', la gastronomía típica de la sierra en los numerosos bares y restaurantes que ocupan esta vía, un aperitivo popular son las 'masitas' (un pan pequeño y tierno) rellenas de embutidos de la zona. La segunda, es una calle totalmente cubierta por una gran roca, que impide casi la entrada de la luz, y que impresiona al estar debajo.
Solo la visita al pueblo merece la pena, pero además existe una ruta de senderismo que parte tanto desde Setenil (señalizada, salida desde el colegio El Almendral, en dirección Ronda), como desde la otra gran 'joya' de nuestra ruta: las ruinas romanas de Acinipo (señalizada desde el conjunto arqueológico), en el término de Ronda. Nuestra recomendación es visitar a primera hora el enclave arqueológico y luego realizar el sendero hasta Setenil, aunque ambas opciones son buenas.
Ruta de los Bandoleros
Desde Setenil o Acinipo nos adentramos en la llamada 'Ruta de los Bandoleros', que atravesará paisajes de gran contraste. Una parte del recorrido discurre junto al río Guadalporcún, bajo la sombra de los árboles de ribera que se enredan sobre nuestra cabezas, para dar paso a una zona de encinas; mientras que la otra es una típica estampa agrícola, de cultivo de olivos y cereales.
Así que será fácil ver como se trabaja en el campo en esta zona de Andalucía, justo en esta época con la recogida de la aceituna y en momentos de más calor con los tractores segando. Además, nos encontraremos con varios antiguos cortijos en el camino, uno de ellos magníficamente rehabilitado y con una cascada, que emerge casi pegada a uno de sus muros, a la que merece la pena asomarse.
La ciudad romana de Acinipo
Los que decidan salir desde Ronda y visitar Acinipo comenzarán el viaje con un buen sabor de boca, puesto que el enclave conserva algunas construcciones imponentes de esta antigua ciudad, que tiene su origen en la prehistoria, pero que fue en el siglo I a.C. cuando llegó a su máximo esplendor. El Teatro romano, con el graderío excavado en la roca, es el elemento principal del enclave, aunque hay restos de una vivienda señorial, termas, parte de la muralla y hasta lo que fue un 'gimnasio'.
Los que elijan salir desde Setenil empezarán a divisar desde el camino la silueta de la colosal edificación, que se eleva sobre una colina a casi mil metros de altitud, con unas impresionantes vistas sobre los valles y las sierras de Ronda y Grazalema.