De un castillo medieval a la mezquita andalusí mejor conservada de España
Naturaleza y cultura se dan la mano en este sendero que discurre por la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, Une dos bellos pueblos, Cortegana y Almonaster, y dos importantes monumentos.
Vista del municipio de Almonaster la Real, en la Sierra de Aracena, Huelva.
Nos dirigimos a uno de los destinos ideales de Andalucía para realizar senderismo o rutas en bicicleta y sobre todo para aquellos que además de naturaleza quieran sumar actividades culturales y gastronómicas a su paseo. Hablamos del parque natural de la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche y de sus pequeños pueblos llenos de sorpresas y unidos por senderos, que salpican las montañas de este precioso rincón del interior de Huelva.
El éxito de la excursión está garantizado nada más conocer el punto de partida: un castillo medieval, el de la localidad de Cortegana, cuyos muros se elevan imponentes sobre un cerro, para discurrir un sendero de tan sólo siete kilómetros que nos conduce hasta la sobrecogedora mezquita andalusí de Almonaster la Real, donde la atmósfera que se respira impresiona.
El castillo de Sancho el Bravo
Antes de comenzar a caminar o pedalear por esta ruta, realizaremos una de las visitas 'imprescindibles' como es el castillo de Cortegana, uno de los mejor conservados de la sierra onubense gracias a las sucesivas rehabilitaciones que experimentó durante el pasado siglo, hasta convertirlo en el museo que es en la actualidad.
Si bien su origen no está del todo claro, parece que fue bajo el reinado de Sancho IV el Bravo, en el siglo XIII, cuando se ordenó construir la fortificación para defender el 'Reino de Sevilla' de las incursiones de Portugal. El monarca planificó este castillo y otros muchos, que formaron la denominada Banda Gallega, ante la inestabilidad en esta zona fronteriza.
Además de una interesante historia y de la impresionante construcción de estos muros con la imponente Torre del Homenaje (S.XV), desde el castillo se contempla una excelente panorámica y en el interior se pueden curiosear sus dependencias, desde los dormitorios a la mazmorra, donde se conservan armaduras, muebles o documentación de la época medieval, gracias a la 'Asociación Amigos del Castillo', formada por vecinos de este pueblo, que gestiona el monumento.
Un sendero de dehesa y ribera
Con el buen sabor de boca después de la visita, nos dirigimos al punto de partida del sendero que se encuentra muy cerca: en la plaza de toros de Cortegana, que también tiene su singularidad ya que se construyó en 1854, así que es una de las más antiguas de España.
Detrás de la plaza de toros comienza el camino, que está perfectamente señalizado y nos adentrará enseguida en el típico bosque de dehesa de alcornoques y encinas. Aunque el sendero no es difícil y son sólo siete kilómetros de distancia (algo más complicado en su inicio por su deterioro), es una sucesión de subidas y bajadas, aunque las vistas compensarán el esfuerzo.
En el tramo final el paisaje cambia a un paisaje de ribera y además existe la opción de realizar una ruta circular entre los dos pueblos, para los que aún tengan energías después de llegar a Almonaster la Real, que nada más y nada menos, está considerado uno de los pueblos más bellos del país.
La Mezquita de Almonaster: intacta
Al llegar al pueblo si queremos encontrar el segundo gran tesoro de esta ruta solo tendremos que mirar hacia arriba y buscar el castillo de Almonaster la Real, también en la parte más alta de la localidad. Pero aquí nuestro foco se centra en el interior de los restos de la muralla. Una vez aquí veremos una ermita, la de nuestra señora de la Concepción, pero dentro está la sorpresa que nos traslada de repente a la época del Califato de Córdoba: una mezquita construida entre los siglos IX y X, que posee un valor excepcional y sobrecoge nada más entrar.
Mezquita de Almonaster la Real, Huelva.
Se trata de la única mezquita andalusí que se ha conservado casi intacta en España en una zona rural y por ello está considerada una auténtica 'joya' del patrimonio andaluz. Se edificó sobre una antigua iglesia visigoda del siglo VI, reutilizando los materiales, para conseguir un espacio cargado de sobriedad y equilibro. La atmósfera húmeda y oscura que se crea entre sus arcos conmueve y nos dirige hacia una salida de luz, para abrirse a un balcón de impresionantes vistas a la sierra.
La ruta de Cortegana a Almonaster merece la pena, ya sea por uno de sus senderos o por carretera, sin olvidar que en ambas localidades encontraremos una buena oferta de bares y restaurantes con unay es que la Sierra de Aracena y los Picos de Aroche es uno de las cunas del mejor jamón del país.