El exchófer de la Junta tira de la manta y sale hasta el 'camello' de la "coca"

El juicio de la pieza separada de la macrocausa de los ERE contra el que fue chófer de la Junta de Andalucía, Juan Francisco Trujillo, continúa en la Audiencia de Sevilla dejando declaraciones impactantes que prueban la corrupción y la falta de escrúpulos con el dinero público que reinó en los gobiernos del PSOE en Andalucía.

Es un cúmulo de ilegalidades que superan cualquier límite moral, según se desprende las declaraciones de Trujillo, que ha ratificado ante el juez que se gastaron parte del dinero de la ayudas que recibió por valor de casi 1,5 millones de euros, a través de dos empresas, en "juergas, copas y cocaína" junto al que era su 'jefe' y director general de Trabajo de la Junta, Francisco Javier Guerrero, ya fallecido.

El exchófer desembucha y lo hace como venganza porque considera que fue traicionado, también por la elevada pena a la que se enfrenta de 14 años de cárcel y una indemnización de 1.475.028 euros, a petición de la Fiscalía. Y es que durante esta nueva sesión del juicio, ha testificado por videoconferencia un agente de la Guardia Civil que participó en el registro policial del domicilio de Trujillo el 15 de diciembre de 2011, en busca de documentación sobre las ayudas.

Trujillo anunció que lo iba a "contar todo"

Este agente, en ese sentido, ha rememorado que al preguntar por la documentación por tales ayudas en el registro, Trujillo les explicó que "no había expediente" ninguno sobre las mismas, sino que como el director general de Trabajo era su "jefe", pues "en un folio o dos rellanaban lo que estimaban conveniente y con eso le pagaban" a él, o sea la Junta a Juan Francisco Trujillo.

El exchófer de la Junta de Andalucía, Juan Francisco Trujillo, llegando a la Audiencia.

A continuación, ha narrado que el acusado, sorpresivamente, anunció a los agentes intervinientes en el registro que como "le habían dejado tirado", iba a "contarlo todo", tras lo cual manifestó que parte del dinero de las ayudas se lo dio "en mano" al propio Guerrero y que por petición de este le compró "varios efectos como material de telefonía, artículos de música, antigüedades y ropa", según su acta de declaración.

Aparece el 'camello enchufado' en escena

"La mayor parte del dinero", según dijo en su comparecencia policial Trujillo, lo dedicó a "comprar cocaína" para Guerrero y él mismo; así como para "otros gastos como ir de fiestas y de copas". Y en esta segunda sesión también ha testificado un "amigo" de Guerrero "desde pequeñito", de profesión cocinero, que se benefició con un puesto de trabajo de esta relación, además de convertirse en el 'camello' de ambos.

El exdirector de Trabajo de la Junta, Francisco Guerrero, en 2019, un año antes de fallecer.

Este testigo ha narrado que cuando se quedó en paro recurrió al entonces director general de Trabajo, gracias a cuya "amistad", según ha dicho, fue contratado durante un año y medio por la consultora Vitalia Vida, que elaboraba para la Junta de Andalucía las pólizas de seguro de rentas financiadas irregularmente por el departamento de Guerrero. Ha reconocido que en Vitalia, además de cobrar, no hacía otra cosa que "el tonto", porque él no tenía "ni idea" del trabajo que desempeñaba dicha consultora, cuyo exdirectivo Antonio Albarracín figura también como acusado en este juicio.

En paralelo, el testigo ha manifestado que él era entonces "adicto a la cocaína" y que el chófer de Guerrero, recurrió a él en "tres ocasiones" que recuerda perfectamente, para comprar cantidades de "10, 15 o 20 gramos" de cocaína, reconociendo después que fueron cuatro esas ocasiones, tras precisar tal extremo la acusación popular que ejerce el PP andaluz.

Una invitación a comprar droga en Sudamérica

Juan Francisco Trujillo pagaba a este presunto traficante, según sus palabras, con "billetes de 500" euros e incluso en una ocasión le llegó "ofrecer dinero" para que viajase a Sudamérica al objeto de "comprar droga" allí.

Las adquisiciones, según ha precisado, fueron siempre protagonizadas por Juan Francisco Trujillo, pues según su testimonio él nunca vio a comprar droga a Guerrero, fallecido en 2020 tras haber sido condenado por prevaricación y malversación en el mecanismo específico de financiación de los ERE fraudulentos y las ayudas arbitrarias con fondos autonómicos. Sí, presenció, según su relato, cómo Guerrero consumía drogas, extremo que este negó en sede judicial.