La ruta al 'mirador' más alto de Málaga, aún con nieve y vistas al Mediterráneo

Es el momento de poner a prueba nuestra condición física para poder disfrutar de uno de los lugares más salvajes de la provincia de Málaga. Ascendemos hasta su punto más alto: el pico Tejeda o popularmente conocido como La Maroma, que se eleva con sus imponentes 2.069 metros sobre el nivel del mar y ha ofrecido en estos últimos días una de las estampas más bellas con su paisaje nevado, visible desde las playas malagueñas, rivalizando con las cumbres que también se divisan de Sierra Nevada.

Imagen de La Maroma con nieve hace pocos días del Ayto. Canillas de Aceituno.

Aunque la nieve es efímera en la provincia malagueña y tarda poco tiempo en desaparecer, aún conserva en esta cumbre un manto blanco tras las recientes nevadas vividas en la zona oriental de Andalucía. Así que es un buen momento para adentrarnos en el Parque Natural de la Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama para ascender a La Maroma por algunos de los senderos habilitados, pero con la advertencia de que presentan un fuerte desnivel.

Sin embargo, este 'reto' tiene recompensas y alternativas, ya que existen opciones para los que prefieran hacer un senderismo menos exigente con rutas más sencillas o incluso disfrutar de la naturaleza en alguna de sus áreas recreativas.

La mayoría de las rutas parten desde enclaves cercanos a los pequeños pueblos de la comarca malagueña de la Axarquía, como Canillas de Aceituno, Alcaucín o Sedella, que están en plena sierra y conservan su arquitectura árabe de calles estrechas y encaladas, fuentes e iglesias. Se trata de poblaciones poco turísticas, que mantienen la esencia de la Málaga más auténtica, así que la visita merece la pena. También se puede realizar la ruta desde la provincia de Granada, concretamente desde el municipio de Alhama de Granada, famoso por sus aguas termales.

Subimos al 'techo' de Málaga

Para ascender al único 'dos mil' malagueño podemos optar por cuatro senderos posibles, todos ellos con su dificultad pero con las gratificantes vistas sobre el Mediterráneo, de Sierra Nevada, incluso de África, además de esa sensación única de grandeza y a la vez pequeñez que se experimenta al alcanzar una cima.

La principal ruta que proponemos, es la más concurrida pero también una de las más accesible para llegar al pico. Parte de la preciosa área recreativa del Alcázar, a cinco kilómetros del pueblo de Alcaucín, y tiene un recorrido de 20,3 kilómetros (ida y vuelta por el mismo camino), es decir, unas ocho horas de duración por una pendiente constante para salvar un desnivel de más de 1.300 metros, pero es posible realizar, cada uno a su ritmo.

La primera parte del sendero discurre entre el bosque y será la más sencilla, pero ya el zig-zag hasta la Loma de las Víboras (1.384 metros de altitud) avisa y a partir de ese momento el entorno será cada vez será más agreste. Los árboles irán desapareciendo para dejarnos contemplar el paisaje pero también la cuesta cada vez será más pronunciada, eso sí aromatizada de romero y tomillo, que conforman la vegetación de matorral bajo. Además será fácil encontrarnos con alguna cabra montesa, que será 'testigo' de nuestro ascenso.

El tramo final es donde podremos encontrar nieve, así que en estos días habrá que ir con mayor precaución, calzado y ropa adecuada, y retirarnos si las condiciones meteorológicas no acompañan, ya que además son muy cambiantes en la zona. Pero si el día es soleado la ascensión habrá merecido la pena, la vista del mar y la nieve 'tocándose' será una experiencia única.

Otras opciones: desde Alhama o las más exigentes

La segunda opción más accesible para llegar a La Maroma es desde Alhama de Granada. Nos dirigiremos al cortijo El Robledal, donde se sitúa un área recreativa con el mismo nombre bajo un precioso pinar, donde hay además una zona de acampada. Aquí el sendero es de algo más de 16 kilómetros y la vegetación es más densa, ya que discurre por la cara norte de la montaña, la más umbría. El desnivel de la ruta será de 1.000 metros y pasaremos por algunos lugares de excepcional belleza como los bosques de pinos, arces, mostajos y tejos en el ascenso al Salto del Caballo.

Para los senderistas más entrenados hay otras dos rutas, desde los pueblos de Sedella y Canillas de Aceituno, de unos 20 kilómetros cada una y con desniveles superiores a los 1.500 metros, así que seguro que en algunos momentos las rodillas tiemblan en el camino de piedras.

Todas llegan al deseado punto final: el Pico Tejeda o La Maroma, y aquí se desvela a que se debe esa dualidad de nombre. Una vez en la cumbre que es oficialmente el Pico Tejeda, descubriremos a unos 40 metros en dirección sur un profundo pozo de origen natural, que era aprovechado como almacén de nieve durante el invierno para luego llevarla hasta los pueblos serranos y la costa. Para extraerla se usaban grandes cuerdas, maromas, que dieron el nombre con el que todos los malagueños conocen a su gran montaña.