La curiosa visita en la costa de Cádiz al palomar más grande del mundo
Escondido en el Parque natural de la Breña, en el pueblo de Barbate, descubrimos una hacienda del siglo XVIII con el mayor palomar que se conoce y que tuvo un importante papel en la historia
Nos dirigimos a uno de los lugares más interesantes de la costa gaditana como es el Parque natural de La Breña y Marismas del Barbate, donde se concentran algunas de las calas más bonitas del litoral, bañadas por el Atlántico y rodeadas por un enorme bosque de pinos. En este espacio, además de poder disfrutar de las playas o los senderos, os proponemos realizar una visita de lo más peculiar, ya que aquí se esconde el palomar más grande del mundo.
Se trata del Palomar de La Breña, una instalación de enormes dimensiones, que actualmente se encuentra inactiva, pero que conserva 7.770 nidos de paloma fabricados en terracota, lo que da una clara idea del ajetreo de aves que tuvo lugar hace siglos y motivó su inclusión en el récord Guinness.
Palomar de la Breña, Barbate, Cádiz. Foto: M. Herreros
Para llegar hasta el palomar debemos poner rumbo a la pedanía de San Ambrosio, perteneciente a Barbate, y una vez que nos adentramos en el pinar encontraremos numerosas indicaciones hacia nuestro destino.
El palomar se encuentra situado en una hacienda del siglo XIII, que será también una gran sorpresa para el visitante por su excelente conservación y rehabilitación para convertirse en un agradable hotel rural. Aunque el establecimiento en el que se emplaza el palomar es privado, se puede visitar de forma gratuita sólo con pedir permiso al personal del hotel.
Hotel el Palomar de la Breña, Barbate (Cádiz). Foto: M. Herreros
Miles de palomas con una gran historia
Una vez dentro nos impresionará el diseño del propio palomar que ocupa una superficie de 400 metros cuadrados, formado por gruesos y altísimos muros de once metros y galerías conectadas entre sí por arcos, que proporcionaban la protección y temperatura perfecta para los nidos de estas aves. En la zona central se abre un gran patio, que se cubría con lonas para que las palomas pudieran beber agua y bañarse a salvo de los depredadores.
Cuando uno entra en este curioso lugar le asaltarán las dudas sobre cual fue el motivo para construir el palomar más grande del mundo. Pues hay varias razones, porque estas palomas eran un valioso tesoro que motivaron la construcción de la hacienda. Desde aquí se abastecían a los barcos que partían hacia América del estiércol de paloma (guano), que posee nitrato de potasio y era una materia prima básica para la pólvora.
El guano era también muy adecuado para el cultivo del cáñamo y el tabaco, así que de este palomar salía una producción de entre 10 y 15 toneladas al año. Además, los barcos también aprovecharon la carne de paloma y el uso de las mismas como palomas mensajeras, en una época de gran ajetreo en las costas gaditanas y onubenses.
Cala en los Caños de Meca, Barbate (Cádiz). Foto: M. Herreros.
En resumen una visita sencilla pero enriquecedora, que puede ser el complemento perfecto para una jornada de playa en Cádiz, una excursión por el parque natural y un descanso en la preciosa terraza del hotel bajo la sombra de los árboles.