El PSOE urde su plan para recuperar la Junta que pasa por tapar la corrupción
La estrategia pone a Montero mirando al sillón que ocupa Moreno, pero antes, las condenas por el caso ERE se tienen que convertir en papel mojado para que todo parezca un montaje.
La última decisión que ha tomado el Tribunal Constitucional (TC) de anular una de las grandes condenas a la corrupción en nuestro país por el caso ERE ha desvelado una pieza más de la estrategia del PSOE para recuperar el poder en la Junta de Andalucía. Desde Ferraz saben que el feudo andaluz es vital y en cada proceso electoral 'le faltan' los votos de los andaluces, que desde hace seis años han volcado su apoyo en el PP de Juanma Moreno. Así que la maquinaria socialista está activada y el último batacazo electoral de las europeas ha puesto la puntilla al PSOE andaluz, liderado por Juan Espadas.
El secretario general del PSOE-A suma cuatro derrotas consecutivas en las urnas y las voces pidiendo su dimisión se intensifican, así como se unen reproches de dirigentes históricos del partido. Parece que Espadas tiene los días contados y, aunque ha confirmado que será candidato en 2026 a la presidencia de la Junta, se presenta una 'rival' clara, como hemos apuntado en varias ocasiones desde ESdiario, la vicepresidenta del Gobierno María Jesús Montero.
La presencia de la sevillana en la comunidad es cada vez más frecuente, pero ella proviene del Ejecutivo condenado por el caso ERE, fue consejera de Salud con los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio. También ocupó el puesto de consejera de Hacienda con Susana Díaz. Así que antes de que 'pise' de lleno suelo andaluz, hay que dejar 'limpio' el terreno.
Hacer desaparecer la prevaricación y malversación
Para lograr este objetivo, es fundamental para el PSOE que la sentencia de la pieza política del caso ERE emitida por la Audiencia de Sevilla (2019) y ratificada por el Tribunal Supremo se convierta en papel mojado, para poder decir que ni hubo prevaricación ni malversación y que todo es un "vil ataque" de la derecha, como dijo Pedro Sánchez en referencia a la exministra y exconsejera Magdalena Álvarez.
El Tribunal Constitucional es la pieza clave en este puzle que cada vez está más claro, porque aunque no se pueden detener el centenar de procesos judiciales pendientes y en curso en los tribunales por las piezas en las que se divide la macrocausa, puede haber una salida 'digna' para los responsables políticos socialistas.
El 16 de julio puede cambiar la historia sobre el caso ERE
Tras la anulación del delito de prevaricación en la condena de la exministra y exconsejera Magdalena Álvarez, el próximo día 2 de julio se revisa el recurso de amparo de la exconsejera y número dos del Gobierno de Griñán, Carmen Martínez Aguayo, pero en este caso hace referencia al delito de malversación, según ha adelantado El Español. El mismo día también se revisan los recursos de los condenados Francisco Vallejo Serrano, Antonio Fernández García, Jesús María Rodríguez Román y Miguel Ángel Serrano Aguilar, mientras que el día 16 le toca el turno a Chaves, Griñán, Gaspar Zarrías, Antonio Vicente Lozano y Juan Márquez Contreras.
Si la dirección que toma el TC es el mismo que con la exministra Álvarez, podría ser un momento 'glorioso' para el PSOE, porque el expresidente Chaves se libraría de su condena a nueve años de inhabilitación por prevaricación, mientras que Griñán se podría 'quitar' los seis años de prisión a los que fue condenado por malversación, aunque no ha entrado en la cárcel por encontrarse enfermo. De este modo el terreno estaría despejado para presentar un cartel renovado en el PSOE de Andalucía, limpio de acusaciones de corrupción.