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Uno de los pueblos más bellos de Cádiz escondido en una fortaleza medieval y con vistas a África

Viajamos al Castillo de Castellar de la Frontera, una villa anclada en el siglo XIII, muy bien conservada, en la que aún quedan vecinos que cuidan con mimo su laberinto de calles, mirando al bosque y al mar.

Interior del Castillo de Castellar de la Frontera, Cádiz.

Interior del Castillo de Castellar de la Frontera, Cádiz.M. Herreros

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Hay muchos pueblos en Andalucía que son destinos marcados en los mapas de los viajeros, pero la sugerencia que te hacemos desde Esdiario es visitar uno de esos rincones poco conocidos, donde el turismo llega a gotas por la sinuosa carretera, pero uno de los 'imperdibles' de la provincia de Cádiz. Nos vamos a Castellar de la Frontera, situado en la zona sur del Parque Natural de los Alcornocales y encaramado a una colina desde la que se divisa una panorámica de 360 grados, con Gibraltar y África de telón de fondo, y catalogado como uno de los Pueblos más bonitos de España.

Castillo de Castellar de la Frontera, Cádiz.

Castillo de Castellar de la Frontera, Cádiz.Red X @MiguelLuisSanz1

Primero cabe señalar que la localidad se divide en tres núcleos de población: Castellar Nuevo, la Almoraima y Castellar Viejo o Castillo de Castellar. En este último lugar es donde radica la verdadera singularidad de la excursión, ya que es dentro de la fortaleza medieval, muy bien conservada, donde viven los vecinos. Es un laberinto de callejuelas encaladas, coloreadas por flores y macetas y con rincones coquetos mimados al detalle por la peculiar fusión de sus residentes.

Una de las calles de Castellar Viejo.

Una de las calles de Castellar Viejo.M. Herreros

Castellar:  esencia andaluza con toque internacional

Frente a otros pueblos, Castellar Viejo no es un decorado preparado para el turismo, aunque eso no quita que veamos extranjeros porque son muchos los que han elegido el pueblo para vivir y lo recuperaron de una etapa de fuerte abandono.

Así que podremos escuchar como la cartera pronuncia nombres de alemanes, ingleses y americanos mientras reparte la correspondencia, pero también encontraremos a Manuel, uno de los pocos 'autóctonos' que resisten en la fortaleza y que a sus 84 años sigue vendiendo artesanía hecha con corcho (principal industria de la zona), refugiado a la sombra del arco de entrada al castillo, y además te anima a escuchar su cante en la peña flamenca. 

Arco del Castillo de Castellar.

Arco del Castillo de Castellar.M. Herreros

Un viaje al pasado por su excelente conservación

Los vecinos se fusionan, mientras que su entramado urbano se mantiene anclado en el tiempo, ya que conserva los elementos para los que fue construido como fortaleza en el siglo XIII, formando parte del sistema de defensa del Reino de Granada. Destacan sus torres de su entrada y una puerta en recodo abierta bajo un bello arco peraltado enmarcado por otro de herradura. En el interior de los muros destaca la torre del Homenaje (convertida en hotel), la plaza de Armas, el alcázar de los Condes de Castellar y la Iglesia del Divino Salvador, de estilo barroco.

El viajero no se puede ir de Castellar sin visitar un rincón de lo más peculiar como es el Balcón de los Amorosos que se asoma al embalse de Guadarranque y ofrece otra de las mejores panorámicas, aunque el origen de este lugar no es tan romántico, ya que desde aquí antiguamente se arrojaban las basuras.

En definitiva, Castellar se convierte en 'visita obligada' y guarda otras sorpresas como  las cuevas que se distribuyen en la zona, prueba de la presencia humana desde la edad de Bronce, el convento de la Almoraima o la naturaleza de uno de los parques naturales más salvajes de toda Europa como Los Alcornocales, sin olvidar su fabulosa gastronomía donde la carne de caza o de retinto es la protagonista de la mesa.

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