El fiscal acorrala al exdirector de la Faffe y al exalcalde de Lebrija que intentan cubrirse

Después de varias sesiones del juicio que investiga las presuntas irregularidades en una de las contrataciones más escandalosas en la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), declaran los dos imputados: el exdirector de la Fundación, Fernando Villén, y el exalcalde de Lebrija, el socialista Antonio Torres García.

Los testimonios de ambos, investigados por presunta presunta prevaricación y malversación en la contratación "arbitraria" del que fuera alcalde del PSOE, han sido coincidentes este lunes en la Audiencia de Sevilla, aunque después de escuchar a los acusados, el fiscal Anticorrupción Fernando Soto ha mantenido sus peticiones de pena de cuatro años de prisión y diez años de inhabilitación especial para Villén y dos años y medio de prisión y cuatro de inhabilitación para Torres García.

Malas noticias para ambos después de declarar ante el juez. En primer lugar lo ha hecho Villén, que ha declarado que Torres era "personal de confianza" asignado a su propia dirección y que aunque el mismo carecía de despacho, sí tuvo un "servicio real". Todo ello, después de una exdirectiva de la Faffe testificó que sólo vio en una ocasión al exalcalde.

Villén ha explicado que a finales de junio de 2003, después de que Torres dejara la alcaldía después de 24 años al frente del Ayuntamiento de Lebrija, entró en contacto con él y se "presentó" para ofrecer sus "servicios". Según Villén, el socialista era "un personaje público muy conocido" por su prolongado papel como alcalde y como presidente de la Mancomunidad de Municipios del Bajo Guadalquivir, con una "experiencia" reconocida por agentes públicos y privados, según el investigado.

Villén alaba la "gran trayectoria" del exalcalde

Es más, el que fue máximo responsable de la Faffe ha destacado la "gran trayectoria" de Torres, que presentó "consolidada agenda de contactos" en las instituciones públicas y empresas, así como una "gran trayectoria" y conocimiento, que resultaba "bastante interesante" a la hora de captar fondos en el "maremágnum" que por aquel entonces constituían instrumentos de financiación como los fondos estructurales o el Fondo Europeo de Desarrollo Regional.

Fernando Villén ha admitido además que el exalcalde no accedió a la plantilla de la Faffe por las "tres vías" con la que la entidad incorporaba a trabajadores, que eran el portal del empleado de la empresa, el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) o la publicidad de los puestos en los medios de comunicación; detallando a preguntas del fiscal que Antonio Torres fue incorporado "con contrato laboral de mando" o sea "rango directivo", para "captar recursos exteriores".

Los acusados justifican que no tuviera despacho

También ha defendido que pese a su cargo directivo, Torres García no contase con despacho en la Faffe, explicando que por "el tipo de trabajo quedando con gente y consiguiendo recursos, no necesitaba una ubicación permanente" en la sede de la Faffe. "Teníamos reuniones en mi despacho con mucha frecuencia y él planteaba continuamente ideas", ha defendido, asegurando que el exalcalde prestó un "servicio real" en la Faffe, pero precisando que "no era costumbre levantar acta" de tales encuentros.

En la misma línea se ha defendido el exalcalde sevillano, que ha manifestado que para realizar su labor "no necesitaba despacho" en la sede de la entidad, a la que acudía "como mínimo cada 15 días" y que consiguió captar hasta "dos millones de euros de recursos directos".