Page a lo suyo: brama contra la amnistía 4 días después de votar a favor de ella
El presidente de Castilla La-Mancha no duda en seguir con su discurso a pesar de que gracias a los votos de diputados del PSOE de la región la polémica norma salió adelante el pasado jueves.
El presidente de Castilla La-Mancha, Emiliano García-Page.
El pasado jueves Emiliano García-Page y los diputados del PSOE de Castilla La-Mancha que atienden a sus órdenes formaron parte de, tal y como expresó el líder del PP en la región Paco Núñez, de uno de los días más negros de la historia de la democracia española. La ley de amnistía pactada con los partidos independentistas catalanes a cambio de sus votos para mantener a Pedro Sánchez en Moncloa salió adelante y sí, contó con el voto de los de Page a pesar de que al máximo dirigente socialista castellano-manchego se le lleven los demonios cada vez que habla de ella.
Una vez pasado el filtro del Congreso y a falta de su aprobación definitiva -que el PP tardará de retrasar lo máximo posible haciendo uso de su mayoría en el Senado- no iba a cambiar la película y García-Page vuelve por sus fueros para criticar fuertemente la norma por la que sus diputados votaron a favor hace apenas tres días. Concretamente ha expresado que ERC, Junts y compañía "quieren independencia", pero también quieren "pasta y privilegio fiscal". Dos cosas que tendrán, repetimos, gracias a sus votos.
El dirigente socialista cree que una hipotética Cataluña independiente restaría derechos al resto de los ciudadanos de España. Unos derechos con los que, según ha dicho, "todos" hemos nacido. Una realidad que, por otra parte, es uno de los principales argumentos utilizados por el PP y que Page ha apoyado también al no votar en contra.
"Ahora que hay muchas elecciones de por medio oiremos a los que quieren irse y romper esto, como si los demás ni hubiéramos nacido con derechos en Cataluña", ha afirmado el presidente de Castilla La-Mancha que vuelve a repetir esas frases tan llamativas pero que luego no cumple: "Lucharé cueste lo que le cueste por una España sin privilegios para unos pocos". Palabras y más palabras nuevamente no corroboradas con hechos de un García-Page que intenta mantenerse en el filo de la navaja para intentar atraer, precisamente, al mayor número de electorado posible.