Castilla-La Mancha financia proyectos de economía circular liderados por la UCLM

El Gobierno de Castilla-La Mancha, a través de la Consejería de Desarrollo Sostenible, ha dado un paso firme en la promoción de la economía circular en la región, reconociendo y apoyando económicamente tres proyectos de investigación liderados por jóvenes investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM). Estas iniciativas, seleccionadas en el marco de la Cátedra de Economía Circular que la Consejería mantiene en colaboración con la UCLM, están orientadas a fomentar prácticas sostenibles en diversos sectores, con especial énfasis en la valorización de residuos agrícolas y subproductos.

Fomentando la economía circular a través de la investigación

La directora general de Economía Circular y Agenda 2030, Esther Haro, subrayó el compromiso del Gobierno regional con la economía circular, destacando la importancia de la investigación como motor para la implementación de prácticas sostenibles. “Estos proyectos son una clara muestra de cómo la economía circular puede integrarse en diferentes ámbitos de conocimiento y aplicarse en sectores clave para nuestra región, como el agrario y el agroalimentario”, afirmó Haro.

En este sentido, la Consejería de Desarrollo Sostenible ha destinado un total de 45.000 euros para apoyar a estos tres proyectos innovadores, cada uno de los cuales recibirá una beca de 15.000 euros. Esta financiación tiene como objetivo no solo impulsar la investigación académica, sino también fomentar la aplicación práctica de los resultados obtenidos, contribuyendo así al desarrollo sostenible de Castilla-La Mancha.

Uno de los proyectos seleccionados es el liderado por Jorge Fernando García Unanue, investigador de la Facultad de Ciencias del Deporte de Toledo. Su iniciativa, titulada "Valorización de residuos agrícolas y biomasa de Castilla-La Mancha como aditivo para reducir la carga polimérica en materiales de césped artificial deportivo", se centra en la reutilización de residuos y subproductos poliméricos y agroforestales (biomasa) en la fabricación de materiales para pavimentos deportivos.

Este proyecto plantea dos líneas de trabajo principales: la primera, enfocada en la incorporación de plástico reciclado y biomasa en los composites utilizados para la fabricación de fibra de césped artificial; y la segunda, dirigida a la fabricación de relleno técnico para césped artificial deportivo. En concreto, se aprovecharán residuos procedentes del sector olivarero y de la planta de guayule, lo que no solo contribuye a la reducción de residuos, sino que también abre nuevas oportunidades para el desarrollo de materiales más sostenibles y de alto rendimiento.

El segundo proyecto reconocido es el de Manuel Salgado Ramos, investigador de la Facultad de Ciencias y Tecnologías Químicas de Ciudad Real. Su trabajo, "Conversión de coproductos de pistacho en compuestos antioxidantes intensificada por tratamiento combinado de agua subcrítica y radiación microondas", se enfoca en el aprovechamiento de subproductos generados en la producción de pistacho, específicamente la cáscara externa que envuelve al fruto.

El proyecto propone un innovador proceso de conversión de esta cáscara en compuestos antioxidantes mediante el uso combinado de agua subcrítica y radiación microondas. Estos compuestos antioxidantes son de gran interés en el campo de la medicina, ya que tienen el potencial de ser utilizados en el tratamiento de diversas enfermedades y patologías, demostrando así cómo los subproductos agrícolas pueden transformarse en valiosos recursos para la industria farmacéutica.

El tercer proyecto, desarrollado por las investigadoras Beatriz García-Béjar Bermejo e Inés María Ramos Monge del Departamento de Química Analítica y Tecnología de los Alimentos, se titula "Aprovechamiento de excedentes de melón de La Mancha como nuevos medios de cultivo para levaduras productoras de micoproteínas". Este trabajo aborda un problema recurrente en la región: el excedente de melón, especialmente de la variedad 'Piel de sapo'.

El proyecto propone la utilización de estos excedentes para la obtención de un medio líquido homogeneizado que sea apto para la producción de micoproteínas a partir de levaduras. Las micoproteínas son una fuente de proteínas de alta calidad y su producción es más sostenible en comparación con la proteína animal tradicional. Este enfoque no solo ofrece una solución para la gestión de excedentes agrícolas, sino que también impulsa la producción de alimentos más sostenibles, contribuyendo a la diversificación de la industria alimentaria de Castilla-La Mancha.

Compromiso con el desarrollo sostenible

La selección de estos proyectos refleja el compromiso de Castilla-La Mancha con el fomento de la economía circular y la sostenibilidad. La financiación de estas iniciativas no solo apoya a los jóvenes investigadores, sino que también refuerza la posición de la región como un líder en la implementación de prácticas sostenibles en el ámbito agrario y más allá.

El reconocimiento y apoyo a estos proyectos son un claro ejemplo de cómo la investigación puede jugar un papel crucial en la transición hacia una economía circular, donde los residuos se transforman en recursos valiosos, y donde el desarrollo económico va de la mano con la sostenibilidad ambiental. A medida que estos proyectos avancen, se espera que sus resultados tengan un impacto significativo en la región, promoviendo una economía más verde y sostenible para todos.