Castilla-La Mancha reduce accidentes laborales pero enfrenta un aumento en fallecimientos
Los accidentes laborales han caído un 4% en Castilla- La Mancha, pero las muertes se han disparado con un 36 fallecidos hasta agosto
La consejera de Economía, Empresas y Empleo de Castilla-La Mancha, Patricia Franco, ha destacado una reducción del 4% en el número de accidentes laborales en la región durante los primeros ocho meses del año 2024, con una disminución de más del 6% en la tasa de incidencia de accidentes respecto a la población activa. A pesar de esta mejora en los índices generales, la consejera ha expresado su preocupación por el aumento de las muertes en el trabajo, que ascienden a 36, once más que en el mismo periodo del año anterior. De esos fallecimientos, ocho ocurrieron en el mes de agosto.
En su intervención durante una jornada sobre “Trabajos saludables en la era digital”, celebrada en el marco de la Semana Europea de Seguridad y Salud Laboral, Franco subrayó que, aunque las cifras de accidentes laborales han mejorado, el incremento en los accidentes mortales demuestra que “queda mucho por hacer” en términos de seguridad en el trabajo. “Treinta y seis muertos en estas fechas, por mucho que descienda la tasa de accidentes, implica que tenemos una alta tarea pendiente en Castilla-La Mancha”, lamentó. La consejera también reconoció que, en materia de seguridad laboral, “se acumulan accidentes” y aseguró que el Gobierno regional no se esconde ante esta realidad, sino que busca la colaboración de todos los sectores para revertir la tendencia.
Análisis de los accidentes mortales
Patricia Franco detalló que los 36 accidentes mortales en lo que va de año se dividen en diferentes categorías. Tres de ellos fueron accidentes de tráfico, cuatro por infartos o causas similares, mientras que solo uno estuvo directamente vinculado a las condiciones del puesto de trabajo. La consejera subrayó que cada accidente mortal es una tragedia que refuerza la necesidad de mejorar las condiciones de seguridad laboral en la región.
El Gobierno regional está comprometido en fortalecer las medidas de prevención y seguridad laboral. En ese sentido, la consejera señaló que en la labor conjunta con la Inspección de Trabajo se ha acordado una programación que incluye más de 31.000 órdenes de servicio para el próximo año en Castilla-La Mancha. De estas, una de cada tres estará destinada a la prevención y seguridad laboral, con 2.000 órdenes específicamente dirigidas a adaptar las acciones de la inspección a las necesidades particulares de cada provincia. “Cada territorio tiene sus propios retos y su propia realidad”, añadió Franco, quien también recordó el compromiso del presidente regional, Emiliano García-Page, de poner en marcha el Instituto de Seguridad y Salud Laboral de Castilla-La Mancha en 2025, con una inversión inicial de 1,5 millones de euros.
Durante su intervención, la consejera también hizo referencia a los desafíos que plantea la digitalización en el mundo laboral. Aunque la transformación digital ofrece numerosas ventajas, también introduce nuevos retos en términos de seguridad y salud laboral. “La digitalización es una revolución comparable a la industrial, pero tiene que convivir con otras situaciones en nuestra comunidad”, indicó Franco.
Uno de los aspectos en los que el Gobierno quiere avanzar es en la evaluación del impacto del teletrabajo en la salud de los trabajadores, un fenómeno que ha ganado relevancia tras la pandemia de COVID-19. Las enfermedades musculoesqueléticas son una de las problemáticas que más están afectando a los trabajadores en esta nueva era digital, y es necesario adaptarse a esta realidad para seguir protegiendo a la población activa.
Las mutuas y su labor en la prevención de riesgos laborales
Leonardo Prudencia, delegado territorial de la Asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT) en Castilla-La Mancha, también participó en la inauguración de la jornada y destacó el papel fundamental de las mutuas en la prevención de accidentes laborales y la protección de la salud de los trabajadores. Las mutuas, que existen desde el año 1900, han evolucionado para adaptarse a los cambios en el mundo laboral y ahora desempeñan tres funciones clave: preservar la salud de los trabajadores, mejorar la competitividad de las empresas y garantizar el sostenimiento de la Seguridad Social.
Prudencia señaló que las mutuas brindan protección a más del 98% de las empresas en España, que emplean a 19 millones de trabajadores, a través de más de 22.000 profesionales y una extensa red de centros asistenciales. Además de su labor en la prevención de riesgos laborales, las mutuas ofrecen prestaciones económicas por incapacidad temporal y otras contingencias, como el riesgo por embarazo y lactancia materna, el cuidado de menores con enfermedades graves y el cese de actividad de trabajadores autónomos.
El delegado territorial de AMAT resaltó la importancia de adaptarse a los desafíos que presenta el entorno digital, que ha transformado radicalmente el mundo laboral desde el siglo pasado. La era digital, dijo Prudencia, “ofrece innumerables oportunidades, pero también presenta desafíos significativos en términos de seguridad y salud laboral”.