Aranda de Duero, patrimonio y gastronomía unidas
Aranda de Duero, Ciudad Europea del Vino 2022, supone una vuelta al medievo, con su historia y patrimonio, y una búsqueda de modernidad y sostenibilidad por su gastronomía y vinos.
Aranda de Duero tiene catalogados hasta seis Bienes de Interés Cultural (BIC), a cuál de ellos más impresionante. Este galardón recae sobre tres iglesias, el Rollo Jurisdiccional, una colección de sargas sobre la vida de San Pedro Regalado y sus bodegas subterráneas.
Pero, este municipio de aire medieval, con edificios históricos y un patrimonio natural muy sugerente, mira al futuro ofreciendo a sus visitantes experiencias gastronómicas y enológicas de su D.O. Ribera del Duero y sus jornadas anuales del lechazo asado en la que se deleitan hasta los paladares más exigentes y que llevan celebrándose desde hace 20 años, cada mes de noviembre.
Patrimonio de Aranda de Duero
La Iglesia de Santa María la Real y la Iglesia de San Juan, ambas en el centro de Aranda, construidas entre los siglos XIV y XVI, son de estilo gótico. La de San Juan alberga el Museo Sacro, actualmente. Algo más alejada, la Iglesia de San Nicolás de Bari, nos ofrece nave y portada románicas, que datan del siglo XIII.
El Rollo Jurisdiccional, en la Plaza del Rollo, simboliza el privilegio de villazgo del que gozaba esta población. Aquí encontramos el Palacio de los Berdugo, casa señorial castellana del siglo XV y uno de los lugares donde permaneció Napoleón Bonaparte.
En la localidad de La Aguilera podemos disfrutar de la colección de sargas sobre la vida de San Pedro Regalado. Son telas en las que se narra, entre otras escenas, uno de los milagros que se le reconocieron. Este monje fue capaz de someter a un toro que había escapado de una corrida usando su voz, hecho por el que, posteriormente, fue nombrado patrón de los toreros.
La Plaza Mayor de Aranda nos ofrece sobre un suelo adoquinado, elementos arquitectónicos de diferentes siglos. Puede admirarse réplica del primer plano urbano en perspectiva realizado en España, que data de 1503; Podemos visitar el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino, en un edificio con restos del siglo XVIII; Veremos nobles edificios de diferentes colores, con un sinfín de balcones y soportales, en los que siguen abiertas tiendas tradicionales; Todo ello, presidido por un antiguo templete de música.
El humilladero es un crucero soportado por cuatro columnas, erigido en el siglo XVI, ubicado en el camino de la ermita de la Virgen de las Viñas. En su interior, techo artesonado de madera, alfarje mudéjar e imágenes góticas.
El puente románico de las Tenerías sobre el río Bañuelos, afluente del Duero, está ubicado junto a la Iglesia de San Juan y el Barrio de las Tenerías, así llamado por los talleres donde se curtían y trabajaban las pieles.
Bodegas subterráneas
Antaño, Aranda de Duero contaba con 138 bodegas bajo tierra, todas ellas comunicadas, lo que suponía más de 7 kilómetros de galerías. Todavía hoy se pueden visitar algunas de ellas, como la del Lagar de Isilla. En su restaurante de Aranda, este mesón respeta la materia prima y ofrece un espectacular lechazo asado en comedor y enormes pinchos en barra, todo regado de vinos de su propia bodega.
Bodega del Lagar de Isilla
Entre otras experiencias de enoturismo, ofrece la visita a su antigua bodega, que data del siglo XV, situada a 12 metros bajo tierra, a la que se accede a través de una empinada escalera de piedra en el interior del restaurante. Esta bodega ha pasado, en casi 30 años, de producir 3.000 botellas en esta medieval bodega a unas 300.000 en su nuevo enclave, un complejo que además cuenta con Hotel, Spa y restaurante, en el municipio de La Vid.
Bodega del Lagar de Isilla
En la calle Isilla y la Plaza del Trigo podemos encontrar otras decenas de restaurantes-asadores, bodegas, vinotecas y pastelerías. Son 300 metros de una bulliciosa calle peatonal que enlazan con la Plaza del Trigo, que cada año acoge conciertos gratuitos del Festival Sonorama-Ribera, de música Indie, en un marco incomparable de arquitectura castellana del siglo XIX.
También destacable, por su cocina y su bodega subterránea, la Gastroteca La Pícara cuya chef Sandra Chicote, traslada a la mesa su imaginación y disfrute en los fogones, y cuyo sumiller y jefe de sala, Félix Marina, hace sentir a los comensales como en casa.
Capital del Lechazo
En Aranda de Duero, el Lechazo Asado tiene ya marca identitaria con un reglamento que ha sentado las bases para regular su autenticidad, aunando tradición y espíritu innovador.
Esta marca se basa en tres requisitos: la materia prima -cuartos de lechazo de peso medio fresco 1,2-1,3 kg, agua y sal-, el sistema de elaboración -en horno tradicional con bóveda de ladrillo y arcilla refractarios y barro, y solera de ladrillo, utilizando leña de encina o roble- y la presentación del producto -piel fina de aspecto dorado y color uniforme, aroma proveniente de la propia carne, capa natural de grasa que debe reducirse en el proceso de asado, gusto jugoso, tierno, fácilmente masticable y sabroso.
Cada establecimiento inscrito en esta marca presenta un distintivo en su fachada, que le otorga la categoría de excelencia, por la que la Asociación de Hosteleros de Aranda y la Ribera (ASOHAR) está trabajando. Son siete los asadores que cuentan con el sello de “Lechazo Asado”: Montermoso, Tudanca, El Lagar de Isilla, El 51 del Sol, Casa Florencio, Asador Baldíos y Aitana.
Las Jornadas del Lechazo Asado se organizan cada mes de noviembre. En ellas, los restaurantes participantes ofrecen un menú a un precio fijo, que en la última edición fue de 47€ (IVA incluido).
Con el fin de ofrecer ideas a nuestros lectores, pero sin alargarnos, optamos por nombrar los asadores con el sello y emparejarlos con los que, humildemente, hemos considerado sus platos estrella, además del Lechazo asado en horno de leña:
- Restaurante Aitana, con su ‘mini hojaldre de morcilla’ y su ‘tartar de lechazo con espuma de queso y mermelada de membrillo’.
- Casa Florencio, con su ‘crema de otoño con boletus y virutas de Lechazo’, ‘croquetas de lechazo de la abuela’ y ‘carrilleras de lechazo al chilindrón’.
- El 51 Del Sol, que ofrece el ‘Cigarrillo de morcilla IGP y manzana, remolacha y oveja’, ‘Lechazo al pincho’ y ‘Taco castellano’.
- El Lagar de Isilla en el que destacamos ‘garbanzos con manitas de lechazo’, ‘asadurilla de lechazo’ y ‘gastrotapa de lechazo’.
- Hotel Montermoso con un ‘cóctel de yema, patata y chorizo’, ‘canelones de morcilla con crujiente de manzana’ y un ‘risotto de mollejas de lechazo y frutos secos’.
- Asador Tudanca, que nos ofrece una ‘degustación de chorizo y morcilla’ y su ‘sopa castellana’.
- Asador Baldíos, con su ‘brocheta de oreja en tempura’, ‘morcilla con compota de manzana’, ‘carpaccio de ternera con frutos secos con teja de queso Vadorrey’ y ‘guiso de manitas con mollejas y setas de temporada’.
Y todo ello, regado con vinos con D.O. Ribera del Duero, porque como asegura la Asociación de Hostelería de Aranda y la Ribera (ASOHAR), “la mejor gastronomía merece los mejores vinos para que la experiencia sea completa”.
Más información: Aranda de Duero y Lechazo