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La central de Garoña pasa el examen del CSN para su desmantelamiento "seguro"

Una delegación del CSN visita las instalaciones y da el ok al proyecto que consta de dos fases hasta el año 2033, tiene un coste de 475 millones de euros y dará empleo a unas 350 personas.

Una delegación del Consejo de Seguridad Nuclear visita la Central Santa María de Garoña

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Félix Hernández

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Una delegación del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado el visto bueno al desmantelamiento de la central nuclear Santa Maria de Garoña, ubicada en el municipio burgalés del mismo nombre, que entró en parada en diciembre de 2012 y que desde agosto de 2017 tiene una orden gubernamental irrevocable de cierre definitivo.

“Vemos un proyecto factible, viable y, sobre todo, destacamos que se puede ejecutar (el desmantelamiento) respetando las normas de seguridad, tanto para los trabajadores, como para la población en general y el Medio Ambiente”, señaló durante la visita el presidente del CSN, Juan Carlos Lentijo.

Garoña se inauguró en 1971 y estuvo operativa más de cuatro décadas, hasta 2012

El propósito de esta visita era obtener una visión directa de los trabajos que se llevarán a cabo en la primera fase del Proyecto de Desmantelamiento y Clausura de la central después de que en julio pasado el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico diera luz mediante una orden ministerial en la que también se aprobó la transferencia de titularidad de la instalación de Nuclenor a Enresa, la empresa responsable del desmantelamiento.

El proyecto se desarrollará en dos fases y se extenderá hasta el año 2033. Tiene un presupuesto de 475 millones de euros, y se calcula que hasta 350 personas trabajarán simultáneamente en su ejecución.

Desde el año 2020, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Instituto para la Transición Justa, ha estado colaborando con los 27 municipios afectados por el cierre de la central nuclear. Hasta la fecha, se han destinado 7,7 millones de euros para financiar 12 proyectos municipales en la región.

Breve historia de la central

La historia de Garoña se remonta a su inauguración en 1971, con una potencia instalada de 466 MW. Sin embargo, se desconectó de la red eléctrica en diciembre de 2012, cuando Nuclenor comunicó al Ministerio de Industria, Energía y Turismo su decisión de no continuar con su operación. Aunque en julio de 2013 se declaró oficialmente el cese definitivo de explotación, es crucial señalar que esta decisión no se debió a problemas relacionados con la seguridad nuclear o la protección radiológica. En mayo de 2014, Nuclenor presentó una solicitud para renovar la autorización, pero finalmente, en agosto de 2017, esta solicitud fue denegada por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital.

Presidente del CSN: “Vemos un proyecto factible, viable y, sobre todo, destacamos que se puede ejecutar (el desmantelamiento) respetando las normas de seguridad, tanto para los trabajadores, como para la población en general y el Medio Ambiente”

Desde ese momento, Enresa ha estado trabajando en los preparativos del desmantelamiento y en el diseño de un proyecto que se divide en dos fases. En la Fase 1 (2023-2026), se llevará a cabo el desmontaje de los sistemas, estructuras y componentes del edificio de turbina, junto con las modificaciones necesarias en sistemas e instalaciones para la gestión de los residuos generados. Además, se procederá a la evacuación del combustible gastado desde la piscina hasta el Almacén Temporal Individualizado de la central.

En la Fase 2 (2027-2033), con el combustible ya almacenado en el Almacén Temporal Individualizado, se realizará el desmantelamiento final de los edificios con implicaciones radiológicas. Esto incluirá descontaminaciones, desclasificaciones y demoliciones, culminando en la restauración del emplazamiento.