Ecosistema único: la reserva natural Acebal de Garagüeta en Soria

El Acebal de Garagüeta alberga un bosque único, extremadamente umbrío, donde el acebo domina casi por completo, creando un espectáculo de colores en otoño y revelando su importancia como formación boscosa singular.

Explorando la Reserva Natural Acebal de Garagüeta en Soria

La existencia de los acebales se explica por factores como orientaciones desfavorables al avance del hayedo, zonas de pastoreo y la influencia histórica de la ganadería, mostrando su estancamiento en la sucesión hacia hayedos o robledales.

En el corazón del Sistema Ibérico Norte, entre los imponentes puertos de Piqueras y de Oncala, se encuentra el Acebal de Garagüeta, un tesoro natural que abarca 406,4 hectáreas de bosque de acebos.

Esta reserva, situada en la provincia de Soria, en la Sierra de Montes Claros, es mucho más que un simple espacio primitivo de flora y fauna. Es un refugio donde la conservación, la investigación y el estudio de las riquezas ambientales se entrelazan en un equilibrio delicado y esencial para la biodiversidad de Castilla y León.

Descubriendo las Características Únicas del Acebal de Garagüeta

Declarada Reserva Natural mediante la Ley 11/2008, de 9 de diciembre, y respaldada por el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (P.O.R.N) aprobado mediante Decreto 112/2007.

El Acebal de Garagüeta se erige como un santuario para el acebo (Ilex aquifolium), una especie protegida en la Comunidad de Castilla y León. El decreto 341/1991 regula su aprovechamiento, buscando equilibrar la obtención de adornos navideños con prácticas sostenibles, como labores de podas y cortas de baja intensidad.

Ubicado al norte de la provincia de Soria, este acebal se extiende en la ladera sur de la Sierra de Montes Claros, formando parte de la Red Natura 2000 desde el año 2008. La pureza y extensión del acebo en este entorno le otorgan un estatus especial entre los espacios protegidos de Castilla y León.

Biodiversidad en Acebal de Garagüeta

Explorando la Flora Única:

La riqueza floral en el Acebal de Garagüeta se ve influenciada por la transición climática atlántica-mediterránea. Este fenómeno propicia la convergencia de especies y hábitats propios de ambas regiones climáticas, confiriendo al Sistema Ibérico una personalidad florística distintiva.

Especies como Corydalis intermedia y Cytisus decumbens, provenientes de las montañas centroeuropeas, coexisten con endemismos ibéricos, incluyendo Digitalis parviflora o Astragalus nevadensis subsp. muticus.

Tras las huellas del bosque de acebo:

El Acebal de Garagüeta presenta un paisaje boscoso singular, donde el acebo domina casi por completo. Esta formación extremadamente umbría crea un sotobosque con una pobreza florística notoria debido a la escasez de luz bajo las frondosas copas de los acebos.

Sin embargo, en otoño, el bosque se transforma en un espectáculo de colores, con saúcos, arces campestres, mostajos y otras especies emergiendo entre los robustos acebos. Los acebos no siempre tienen bayas rojas. Gran parte del año son verdes. Es a partir de octubre cuando comienzan a tornarse rojas, creando la imagen tan característica y navideña de este árbol.

Desentrañando el Origen de los Acebales:

La existencia de los acebales en Garagüeta se atribuye a la combinación de factores, como orientaciones desfavorables al avance del hayedo, áreas de pastoreo que favorecen la expansión del acebo y la sombra generada por podas y cortas.

Estos bosques, interpretados como estados estancados de la sucesión hacia hayedos o robledales, revelan la influencia de las condiciones climáticas y ecológicas, así como las prácticas ganaderas tradicionales en el territorio.

Vida Silvestre en Garagüeta: Refugio de Especies Notables

La Reserva Natural Acebal de Garagüeta se presenta como un refugio esencial para diversas especies, contribuyendo al aumento de la diversidad faunística en la región. Este enclave jurásico alberga anfibios, reptiles, mamíferos y aves, destacando la presencia de especies características.

Entre Anfibios y Reptiles:

En los terrenos jurásicos, encontramos anfibios como sapos, ranas comunes, ranita de San Antonio y el tritón jaspeado. Los reptiles presentes, típicos de montañas del norte de España, incluyen lagartos ocelados y verdes, luciones, eslizones tridáctilos, lagartijas y culebras de diversas especies.

Mamíferos que pueblan Garagüeta:

La diversidad de mamíferos en la reserva es notable, con presencia de zorros, ciervos, corzos, jabalíes, conejos, liebres, musarañas, ratones de campo, erizos, tejones, comadrejas y topos. Estas especies encuentran en Garagüeta un hábitat propicio para su desarrollo.

Avifauna que enamora:

Las aves son la joya de la fauna en Garagüeta, con especies presentes en pastizales, matorrales y arbolados.

Desde perdices y alondras comunes hasta cárabos, curruca capirotada, reyezuelo listado, chochines, perdices rojas, mirlos capiblancos, escribanos cerillos, palomas torcaces, zorzales charlos y comunes. Además, se destaca la presencia de zorzales invernantes como el alirrojo y el zorzal real, junto con aves migratorias como el águila pescadora, grullas y avefrías.

El Paisaje de Garagüeta

El actual paisaje de Garagüeta se forjó a través de la influencia ganadera en la zona. La roturación de bosques para pastos marcó un periodo de deforestación, pero el Acebal de Garagüeta y otros bosques vecinos lograron preservarse gracias a áreas de aprovechamiento comunal.

Desde tiempos antiguos, Garagüeta ha sido un estivadero crucial para la Cabaña de Torrearévalo y Arévalo de la Sierra, donde el ganado pastorea entre mayo y agosto, influyendo de manera significativa en la vegetación del monte.

Senderismo en la Reserva: Explorando la Ruta de los Castros

La Reserva Natural Acebal de Garagüeta ofrece una experiencia única a los visitantes a través del sendero PR-SO-69 "La Ruta de los Castros", actualmente en construcción en la localidad de Arévalo de la Sierra.

Este sendero no solo brinda la oportunidad de sumergirse en la belleza natural de la reserva, sino que también permite comprender mejor la importancia de su conservación y el equilibrio delicado entre la actividad humana y la naturaleza.

En conclusión, el Acebal de Garagüeta en Soria no es solo un rincón natural, sino un testimonio vivo de la interacción armoniosa entre el ser humano y la naturaleza. Su papel como refugio para la biodiversidad y su importancia cultural como estivadero ganadero lo convierten en un elemento vital para la región.

La exploración y comprensión de este tesoro natural no solo enriquecen nuestras vidas, sino que también inspiran la responsabilidad colectiva de preservar y proteger estos espacios para las generaciones venideras. Si te ha gustado el artículo compártelo en tus redes sociales y déjanos un comentario con tu opinión.